El pan es un alimento básico para millones de personas. Sin embargo, tiende a perder su frescura en pocas horas. Si congelas el pan, alargarás su conservación y también contribuirás a la salud de la manera más inesperada. Eso sí, deberás hacerlo de la forma correcta.

¿Por qué congelar el pan es una buena opción?

Mejora la composición del pan

La doctora Alarcón, de nombre Karen, afirma que al enfriar el pan y calentar sus rebanadas previamente antes de consumirlo se altera el contenido de dicho alimento. Es decir, el pan al ser enfriado -y comido- transformado en crujiente y tostado hace que parte de sus carbohidratos se conviertan en fibra prebiótica, explica: «El pan nos favorece no solo por su aporte a la salud de la microbiota intestinal, sino que ayuda a regular la glucosa en sangre«.

Como consecuencia también del mismo calor actúa en la digestión del almidón y, por lo tanto, ayuda a que la gente tenga menor sensación de intolerancia digestiva: distensión abdominal, gases, etcétera.

Conserva su frescura por más tiempo

Así, otro de los puntos positivos sería la durabilidad de la frescura del pan. «El pan de calidad, como el pan de masa madre, aguanta mejor en el congelador», explica la experta.

Consejos prácticos para congelar pan

Cómo preparar el pan antes de congelarlo

A fin de mejorar el proceso, la doctora Alarcón sugiere introducir en el congelador ya cortado. Así se puede extraer tan solo la cantidad necesaria, y no resultará el resto desechable a continuación. Para que no se formen cristales de hielo, las rebanadas deben envolverse en papel film o en bolsas herméticas, y su textura se protege en este sentido.

Además, recuerda que el pan descongelado no debe volver al congelador, ya que esto puede alterar su sabor y calidad, así como aumentar el riesgo de aparición de bacterias.

Cómo descongelarlo correctamente

Una las formas de descongelar es calentándolo en una sartén, un tostador o un microondas: de esta forma recupera la característica textura crujiente y se retoma el proceso de transformación de los carbohidratos en fibra.

Alternativas a la congelación

Si no quieres congelar, tendrás que conservarlo a temperatura, sea en una bolsa de tela o de papel o en recipiente de madera en un lugar fresco y seco. De esta forma el pan podrá respirar y perdurará su humedad. Si tienes problema de que el pan se ha endurecido y está seco puedes humedecer la superficie del pan por el centro y poner a calentar el pan en el horno a unos 70ºC durante unos minutos. Es un truco que te ayudará de mantenerlo cuidado por fuera y el pan mantendrá su textura original. La calidad del pan

Como comenta Alarcón, elegir un pan de calidad es un hecho fundamental que va a ayudar a maximizar sus propiedades «Un pan de masa madre lo puedes conservar mucho mejor y, además, produce más beneficios nutricionales», explica la profesional. Esta tipología de pan se puede considerar una fuente rica en prebióticos naturales que protegen la salud de tus intestinos.

¿Qué es lo que hay que evitar de congelar pan?

Errores típicos

Uno de los errores más habituales al congelar el pan lo constituyen las barras enteras. Lo recomendable es congelar porciones para una descongelación adecuada. De este modo, congelar pan es una práctica sencilla que no solo ayuda a reducir la cantidad de desperdicio que pueda generarse, sino que también se puede mejorar la calidad nutricional del mismo.

Ahora bien, siguiendo los consejos de la doctora Karen Alarcón, puedes disfrutar de un pan más saludable y sabroso, mientras no descuidas su autonomía intestinal.

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