Trump se sienta una vez más en la Oficina Ovalada de la Casa Blanca. Con 34 convicciones por la malversación de fondos, una retórica polarizante y una política radical en muchos aspectos, el Donald Trump de ahora no es el mismo que el de antes.
Muchas de sus opiniones respecto a la inmigración, la política económica, las armas, etc., han sufrido relativamente pocos cambios, pero se han vuelto más radicales que antes. Bien es verdad que, en su último mandato, pese a anunciar una serie de medidas radicales -como el muro que separaría México del resto de Estados Unidos-, la aplicación de estas fue algo más moderado. Sin embargo, parece que este mandato va a ser diferente, especialmente dado que ya no tiene nada que perder.
Con 78 años, Trump es considerado el presidente más mayor en el día de inauguración. Cuenta con el apoyo tanto del congreso como del senado, lo que facilitará las propuestas legislativas, la modificación de leyes o el veto de estas, entre otras cosas. Por ello, se podría suponer que las propuestas que ha recalcado a lo largo de su campaña tienen una posibilidad muy real de ser aprobadas; aun así, se tendrá que ver si realmente los lleva a cabo.
La aversión por lo extranjero
La política de los MAGA (“Make America Great Again” o “ Haz a Estados Unidos Grande Otra Vez” en español) está repleta de política xenófoba y radicalmente antinmigrante. Tanto Trump como los políticos que ha nombrado emplean una retórica negativa y de ataque hacia la población inmigrante, describiéndolos como “alienígenas”. El propio presidente, en un debate con Kamala Harris, dijo que los inmigrantes están “comiéndose los perros y los gatos”. Tanto el presidente como sus políticos hacen acusaciones falsas sobre la población inmigrante, creando un clima de tensión entre la población.
Entre los diferentes perfiles que ha escogido, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noemi, manifiesta activamente su rechazo hacia la población inmigrante. En una entrevista con News Nation, Noemi contó que el “presidente Trump va a deportar a los alienígenos ilegales más peligrosos primero – los asesinos, violadores y otros criminales que Biden y Harris permitieron entrar en nuestro país”. Sus políticos propagan de manera frecuente la imagen amenazante de inmigrantes, representándoles como criminales y personas violentas que son la causa del aumento en crimenes en Estados Unidos. Comparando con datos del Pew Research Centre, la preocupación por el crimen ha sufrido un aumento significativo en los últimos cuatro años. En 2021, el 55% de los votantes Republicanos dijeron que reducir el crimen debería ser una de las prioridades principales para el presidente y el congreso. En 2024, ese porcentaje aumentó al 68%; similarmente, la preocupación para los votantes Demócratas aumentó un 8%.
Además de su política antiinmigrante, Trump tiene como elemento central en su política el rechazo a China. Propone aumentar aranceles exponencialmente para proteger al mercado americano y fomentar la industria interna, pero los que sufrirán el mayor incremento serán los productos chinos. Menciona repetidamente, tanto en su agenda persona, el Agenda 47, como en la agenda elaborada por los componentes de su anterior mandato, el Proyecto 2025, que China es un enemigo de Estados Unidos. Aun así, el presidente chino Xi Jinping formó parte de la lista de invitados a la inauguración de Trump este lunes; rechazó la invitación y mandó a un representante en su lugar.
Elon Musk y una posible reformulación de las agencias federales
Una de las propuestas más polémicas de Trump, sin lugar a duda, es la creación de una nueva agencia federal llamada el Departamento para la Eficacia de la Gobernanza (DODGE) con el multimillonario Elon Musk al frente. Musk ya de por sí es un personaje polémico que ha sido acusado de interferencia política tanto en Alemania como en Gran Bretaña y que difunde desinformación de manera activa en su plataforma X. Ahora dirigirá una nueva agencia federal que tiene propuesto la reducción de los presupuestos de las agencias federales por 2 billones de dólares, de acuerdo con Forbes.
Trump ha nombrado a una multitud de individuos en puestos de gobernanza que carecen de experiencia o de formación, pero son leales a su persona. Musk es uno de los más polémicos por su personalidad, opiniones radicales e intereses económicos -es el director ejecutivo de Space X, por lo que se sospecha que tendrá ventajas a la hora de la designación del presupuesto para el transporte espacial-. Estas características podrían suponer un conflicto de interese, principalmente, en el ámbito de la protección a la libertad a la información y la manipulación política. Sin embargo, entre las filas de los aliados de Trump aprobadas o a la espera de la aprobación por el Senado figuran personas como Pete Hegseth.
Trump ha nombrado a Hegseth secretario de defensa y está rodeado de acusaciones de sexismo, mala conducta sexual, uso de drogas ilegales y el mal manejo de fondos. Pese a ser un presentador de la cadena de televisión ultraconservadora, Fox News, también es un veterano del ejército estadounidense. En su comparecencia el martes pasado en el Senado, Hegseth fue cuestionado extensivamente sobre varias de estas temáticas, entre ellas, sobre sus afirmaciones en sus libros de que las mujeres no deben formar parte del ejército. No obstante, fue aprobado por los miembros del senado.
Propuestas alarmantes
Si una de las grandes y polémicas propuestas de su último mandato fue la construcción de un muro para limitar la inmigración, este mandato es la propuesta de comprar Groenlandia y recuperar el Canal de Panamá. En el caso de la compra de Groenlandia, es poco probable que suceda dado que supondría rebatirle al Reino de Dinamarca un estado autonómico, algo que se consideraría una agresión y que iría en contra del derecho internacional.
En el caso del Canal de Panamá, Trump ha declarado que no descarta el uso de fuerza militar para recuperar el control del canal y acusó al gobierno panameño de cobrar a Estados Unidos “un precio exorbitante”. El gobierno panameño rechazó las acusaciones del presidente estadounidense. Estas acusaciones vienen a raíz de unas denuncias de Trump el mes pasado, donde dijo que el gobierno de Panamá permitía que soldados chinos controlasen la ruta y de que le cobraba más a los buques estadounidenses, unas acusaciones falsas, según El País.
Fundamentalmente, estas propuestas, independientemente de si se cumplen o no, pueden interpretarse como señales de un Trump más radical, que además tiene inmunidad por ser presidente y que no tendrá la incentiva de moderar sus políticas por la posibilidad de otro mandato.