El sabroso y contundente ‘trinxat‘ es la respuesta ideal para reponerse del exigente esfuerzo de esquiar en Andorra. Después de una mañana épica cayendo por sus laderas nevadas con el sol besando tus mejillas y la adrenalina a tope en las venas, el cuerpo reclama una recompensa más allá de una simple barrita energética.

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