El Consejo General del Poder Judicial, de la manos de la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Esther Erice, que suscribe también la vocal del Observatorio Esther Rojo, han emitido un comunicado en el que critican la difusión del vídeo de la declaración de la actriz Elisa Mouliaá, pero han callado, de hecho no han dicho ni una sola palabra, ante el trato denigrante al que fue sometida por parte del juez instructor del caso Adolfo Carretero, que instruye el procedimiento penal por agresión sexual abierto contra el elíder de Más Madrid, Ínigo Errejón. Esta nota de prensa es la primera prueba del nuevo CGPJ del corporativismo recalcitrante existente con los jueces.
En la nota de prensa, enviada a los medios este martes, dicen ambas vocales que, el Observatorio: «Expresa su rechazo a la filtración de los vídeos correspondientes a las declaraciones prestadas ante el juez por la denunciante y por el in- vestigado, máxime tratándose de un procedimiento seguido por violencia sexual», y que se «recuerda la especial protección que la ley otorga al derecho a la intimidad de las víctimas de este tipo de delitos, tal y como prevé el art. 681.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal».
Todo muy bonito y muy fino para acabar diciendo que confían en que se materialicen «medidas como la atribución del conocimiento de las causas por delito sexual a juzgados especializados y con formación específica que ha realizado la LO 1/2025 aporte una sustancial mejo- ra en la instrucción y resolución de estos delitos».
Pero la triste realidad es que las nuevas representantes del Observatorio no le han dedicado ni una sola palabra, ni hablamos de crítica, a las preguntas que hizo el juez Carretero a la actriz, todo ello por no hablar del trato denigrante y el tono empleado en la declaración de esta mujer, que no hay que olvidar que acudió al juzgado como víctima. Un trato tan sumamente denigrante que podría llevar a otras muchas víctimas a no denunciar pensando que se las va a tratar así.
El cuestionable interrogatorio del juez Carretero
En el vídeo compartido en las redes y que este medio no ha publicado por respeto a la víctima, se puede ver al juez Carretero, que a priori advierte a la actriz de que algunas preguntas puedes parecerle “molestas” pero que deberá contestarlas. Después de ello, el magistrado comenzaba a incidir en si la actriz le había comunicado al supuesto agresor que aquello que hacía no estaba siendo consentido, en relación al primer beso que presuntamente el expolítico le dio de forma abrupta a Mouliáa en un ascensor.
Sobre ello, la actriz repetía que le había apartado, sintiéndose muy incómoda, a lo que el letrado volvía a increparla: “muy incómoda no, que si le dijo que parara. ¿Le dijo algo de eso?”. Tras ello, el juez Carretero proseguía relatando la versión de Mouliáa al tiempo que hacía preguntas de lo más incómodas a la denunciante. “Dice que ahí este señor se sacó el miembro viril ¿para qué se sacó el miembro viril, usted sabe para qué?”, preguntaba el magistrado, a lo que la presunta víctima respondía que “para violentarla”. “Empezó a lamerle los pechos, bien, dice usted que se sintió paralizada”, continuaba Carretero.
«¿Cuánto tiempo estuvo chupándole las tetas, tocándole el culo?», continúa el juez en el vídeo de la declaración de Mouliáa. «Se me hizo eterno, le dije que parara, que me estaba sintiendo violentada», se puede ver que responde la denunciante. «Señora, ¿Cómo se zafa y se va?, ¿forcejeó? Se levantaría azorada», insiste el magistrado en la grabación. Durante un momento de la grabación, el juez Carretero incluso llega a reírse cuándo Mouliáa, a la pregunta de por qué tardó tanto en denunciar los hechos, asegura que no sabía que lo ocurrido constituyera un delito.
El resto del interrogatorio a Mouliáa transcurrió mientras el magistrado cuestionaba con frecuencia cada punto de la versión de la denunciante, como el hecho de que no avisara ni amigos ni familiares tras la supuesta agresión sexual de Errejón. Además de ello, el juez Carretero también le aseguró aMouliáa que no entendía «por qué se sintió violentada», así como que lo registrado en su denuncia le parece «raro».