El próximo jueves 23 de enero se cumplirán 30 años del asesinato de Gregorio Ordóñez. Un tiro en la nuca disparado por un terrorista de ETA en un conocido bar de San Sebastián. Ordóñez era una promesa del PP, todo indicaba que podría haber sido el siguiente alcalde de San Sebastián, el primero de este partido. En su formación cada año han recordado este asesinato, pero en la Comunidad de Madrid han querido conmemorar esta fecha redonda patrocinando un documental que se ha presentado esta tarde en la sede del Gobierno regional.
Estaba previsto que lo presentara la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pero finalmente ha sido María San Gil quien ha dirigido el acto. La dirigente madrileña ha tenido que cancelar toda su agenda por motivos de salud, según han informado en su equipo. San Gil ha subido en su lugar a la tribuna como directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo, que pertenece a la fundación del mismo centro universitario y es el que ha realizado el documental ‘Esta es una historia real’, dirigido por Iñaki Arteta. San Gil también fue quien presenció hace 20 años cómo ETA asesinaba a su jefe y compañero de partido, ella le acompañaba en ese restaurante donde recibió el tiro y salió tras el etarra. Entre el público, toda la plana mayor del PP de Madrid, consejeros del Gobierno regional y José María Aznar, que cuatro días antes de su asesinato visitó a Ordóñez en San Sebastián.
La Comunidad de Madrid ha participado en este documental con una aportación de 35.000 euros mediante un convenio con la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y con la evidente división política de la familia del popular fallecido. Su viuda Ana Iribar ha agradecido el apoyo, el trabajo y la invitación, y ha explicado junto a San Gil en el escenario que este documental tiene algo distinto, y es por primera vez participa su hijo Javier Ordóñez. Quien no ha acudido es la hermana del asesinado, Consuelo Ordóñez.
Ayuso, Covite y las víctimas en Madrid
La mala relación entre esta última y los populares viene de lejos, pero se acentuó cuando en la campaña de 2023 Ayuso hizo célebre en plena campaña electoral aquel «que te vote Txapote». Javier García Gaztelu, Txapote, fue quien disparó en la nuca a su hermano, entonces teniente de alcalde del Ayuntamiento donostiarra y dirigente del PP vasco. Estas palabras nunca sonaron bien en los oídos de Consuelo Ordóñez. Tampoco la vehemencia con la que la presidenta madrileña enarbolaba su defensa de las víctimas de ETA, a quienes considera que Ayuso utiliza políticamente.
La también presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) protagonizó el año pasado un duro enfrentamiento con el PP de Madrid al acusarles en la Asamblea de Madrid de no cumplir con sus propias leyes. Reprochó al equipo de Ayuso que excluía de las ayudas a las víctimas no empadronadas en la región en el momento del atentado y lo tachó de «grave injusticia». Dos semanas después, tras haberlo negado, el PP rectificó y anunció que modificaría la Ley para la Protección, Reconocimiento y Memoria de las Víctimas del Terrorismo para que estas también pudieran recibir una indemnización a pesar de no estar empadronadas.
El acto, sin presencia de Ayuso, se ha convertido en la reivindicación de una sociedad en la que el independentismo vasco no tenga espacio. Ana Iribar ha pedido a los jóvenes presentes en el acto que reviertan el panorama político del País Vasco, donde ha detallado que hay un centenera de ayuntamientos gobernados por Bildu y otros tantos por PNV, mientras el PSE apenas tiene 10 y el PP, dos. El portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García, ha recordado los más de 400 homenajes a ETA que se celebraron el año pasado en el País Vasco. Promovido por la Universidad y la Comunidad, en todo el acto se ha hecho esta referencia a la memoria de los jóvenes y a que tomen conciencia para incitarles al cambio.
Aznar recuerda origen de Bildu
Y ha cerrado Aznar, que emocionado en algún momento de su intervención, ha aseverado que 30 años después de la muerte de Gregorio Ordóñez la sociedad está «en deuda» con él y «esa deuda hay que empezar a saldarla». En la misma línea que Ayuso, el expresidente popular ha censurado que Bildu «integra una mayoría parlamentaria dispuesta a reprogramar nuestra memoria» y pacte «contenidos» de una ley sin haber condenado todos los atentados que cometió.
Así, ha repudiado la ley de memoria democrática del Gobierno de Pedro Sánchez poniendo a quien fuera su compañero de partido y quienes fueron asesinados por ETA como ejemplo de quienes sí deberían ser recordados: «Ninguna memoria que quiera apellidarse democrática puede olvidar el tributo de sangre del partido que más la ha derramado».
Tras hacer un resumen de cómo fue su etapa en el Gobierno, Aznar ha concluido que la lucha contra el terrorismo no ha terminado como debería porque los «herederos de ETA» siguen en las instituciones, sus políticas no se han deslegitimado y no deberían poder «orientar ninguna reforma o política».