La Policía Nacional ha emitido un mensaje claro dirigido a los padres: «No utilicen a la policía como amenaza para sus hijos cuando se porten mal». Esta práctica puede afectar negativamente la percepción que los niños desarrollan sobre los cuerpos de seguridad. La advertencia, compartida a través de una publicación en su cuenta oficial de Instagram, tiene como objetivo sensibilizar a las familias sobre la importancia de fomentar la confianza en los más pequeños desde temprana edad.
La Policía: un símbolo de protección, no de miedo
La misión de la Policía Nacional incluye que los niños identifiquen a los agentes como figuras de apoyo y seguridad, en lugar de asociarlos con temor. “Si un niño crece asociando la figura policial con castigos o situaciones negativas, es probable que en el futuro sienta miedo o desconfianza hacia los agentes, incluso en momentos en los que pueda necesitar ayuda”, explican desde el cuerpo de seguridad.
El hábito de usar a los agentes como una especie de “hombre del saco contemporáneo” podría generar que los menores eviten buscar apoyo en situaciones críticas, como casos de extravío, bullying o violencia intrafamiliar.
El impacto psicológico de estas amenazas
Las amenazas dirigidas a los niños utilizando figuras de autoridad pueden tener un impacto duradero en su desarrollo emocional. La psicóloga María Fernández, especializada en infancia, señala que estas tácticas generan ansiedad y temor, afectando la capacidad del niño para diferenciar entre una figura protectora y una fuente de peligro.
“Cuando un niño percibe a la policía como algo a lo que temer, podría inhibirse de recurrir a ellos en situaciones donde su seguridad esté en juego. Esto no solo compromete su bienestar inmediato, sino que también perpetúa un sentimiento de inseguridad en su entorno”.
Recomendaciones para padres y educadores
La Policía Nacional, junto con expertos en psicología, ofrece una serie de consejos prácticos para reorientar la narrativa sobre las fuerzas de seguridad dentro del hogar:
- Hablar positivamente sobre la policía. Explicar que los agentes están para ayudar y proteger a las personas, especialmente en situaciones de peligro.
- Visitas educativas. Llevar a los niños a comisarías o eventos organizados por la policía para que puedan conocer de cerca el trabajo que realizan.
- Enseñar a pedir ayuda. Fomentar el hábito de acudir a la policía si se sienten inseguros o si están perdidos.
- Evitar el uso de amenazas. En lugar de recurrir a frases como “si te portas mal, te llevarán los policías”, los padres pueden optar por establecer límites claros y consecuencias razonables.
La responsabilidad de construir confianza
La Policía Nacional resalta que la relación entre la ciudadanía y los cuerpos de seguridad debe comenzar en la infancia. “Queremos que los niños nos vean como aliados, no como una figura punitiva. Es crucial que sepan que estamos aquí para ayudarles en cualquier situación”.
Además, subraya la importancia de un trabajo conjunto entre familias y cuerpos de seguridad para crear un entorno seguro y confiable. “Nuestra labor no se limita a intervenir en emergencias. También nos esforzamos por educar y acercarnos a las comunidades, y esta relación debe empezar desde la base, en el hogar.
La confianza como pilar de la seguridad infantil
Este mensaje no solo está dirigido a padres, sino también a educadores y cuidadores, quienes desempeñan un papel fundamental en la formación de las percepciones de los niños. La Policía Nacional invita a todos a reflexionar sobre cómo se presentan las figuras de autoridad y cómo esto puede influir en la disposición de los niños a buscar ayuda.
En resumen, la Policía Nacional hace un llamamiento a cambiar la narrativa sobre su papel en la sociedad. Es fundamental que los más pequeños vean a los agentes como protectores y aliados, asegurando que, en momentos de necesidad, no duden en acudir a ellos. Como indican los expertos, la confianza no solo mejora la seguridad individual, sino que fortalece la relación entre las fuerzas de seguridad y la comunidad en general.