Donald Trump, el que va a ser el 47º presidente de los Estados Unidos, tomará posesión de su ya conocido cargo durante la mañana de este lunes 20 de enero. La ceremonia de inauguración está prevista para las 12.00 (hora local) sobre las 18.00, hora española. Antes de que Trump realice su discurso inaugural, el nuevo presidente y el vicepresidente J.D. Vance, realizarán el juramento del cargo.

Esta vez la ceremonia sí será convencional en ciertos aspectos, como la presencia de ambos presidentes en el evento, Joe Biden y Donald Trump. En la última toma de posesión, la de Joe Biden, Trump no acudió, rechazando el relevo a Biden. Por otra parte, la ceremonia tendrá lugar dentro del Capitolio, la primera desde 1985, debido a las temperaturas que podrían llegar a los 15 grados bajo cero.

La ceremonia

Esta mañana, Trump y su esposa Melania acudirán a una misa en la iglesia de San John, muy cerca de la Casa Blanca, y luego tomarán el té con Joe y Jill Biden.

Después tendrá lugar la toma de posesión en sí. Como Trump va a convertirse en el 47 presidente de EEUU, la intención es que jure el cargo durante ese mismo minuto. Cuando lo haga, el mandato de Biden habrá terminado oficialmente, puesto que así lo recoge la vigésima enmienda: “El mandato del presidente y el vicepresidente deben terminar a mediodía del día número 20 de enero”. Como curiosidad, el juramento es el mismo desde 1884, y es también el que utilizan los senadores, congresistas y otros trabajadores públicos federales. Justo antes de Trump, jurará su cargo el vicepresidente, JD Vance.

“Juro solemnemente que cumpliré con las funciones del cargo de presidente de los Estados Unidos y que conservaré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos hasta el límite de mis capacidades”, dirá el presidente electo. Será la frase que generará más atención de todo el día, lo que a veces provoca nervios y fallos para el recuerdo. Barack Obama se trastabilló al pronunciar la frase después de que al juez del Tribunal Supremo John Roberts le pasase lo mismo al principio del juramento, creando a muchos la preocupación de si su presidencia sería legal. Para disipar las dudas, ambos juraron de nuevo al día siguiente en la Casa Blanca, entonces sí, palabra por palabra.

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