El valor en bolsa de las acciones del Sabadell ha superado este lunes por primera vez el precio que el BBVA ofrece desde el pasado mayo para comprar la entidad como parte de su oferta pública de adquisición (OPA). Los títulos de la entidad catalana, así, han cerrado a 2,139 euros, mientras que el grupo de origen vasco propone 2,134 euros (una acción nueva y 0,29 euros en metálico por cada 5,0196 acciones del Sabadell). Visto de otra manera, los inversores dan hoy un valor al Sabadell en bolsa en torno a 11.636 millones de euros, un 0,2% menos que los algo más de 11.609 millones que ofrece el BBVA.
A expensas de ver si se trata de un acontecimiento puntual o del inicio de una tendencia sostenible, el hecho eleva la incertidumbre sobre el desenlace de la operación. La oferta inicial del BBVA, así, suponía una prima del 30% sobre el valor de las acciones del Sabadell previo a que se filtrase el interés de la entidad por fusionarse con su rival. Pero dicha prima de momento se ha evaporado, ya que desde mayo el banco catalán ha evolucionado mejor en bolsa que el de origen vasco, con lo que ha pasado a producirse lo que se conoce técnicamente como una prima negativa: la empresa opada vale más en bolsa que lo ofrecido.
Cuando una empresa cotizada lanza una oferta sobre otra con prima positiva sobre su valor bursátil, es normal que la cotización de la segunda compañía suba hasta acercarse a dicha oferta, que es lo que ha ido pasando con el Sabadell durante los últimos meses. Por una parte, inversores profesionales a medio y largo plazo compran el valor para tratar de embolsarse la prima o plusvalía si la OPA sale adelante. Y por otra, entran en acción los inversores llamados arbitrajistas, que ejecuten compras y ventas a corto plazo para aprovechar los cambios de sentimiento del mercado sobre si la operación tendrá éxito o no.
La actividad de estos últimos es uno de los factores clave para explicar que la cotización de las empresas que reciben una OPA y el precio de la oferta no suela cerrarse habitualmente: los arbitrajistas necesitan un cierto margen con el que jugar para obtener beneficios. Es por eso que el hecho de una prima se convierta en negativa de forma sostenida suele interpretarse como una señal de que el mercado entiende que una operación no va a salir adelante (ya que concede a la entidad opada más valor que lo ofertado) o de que el ofertante va a mejorarla, o incluso de que va a aparecer otra compañía con una contraoferta.
Prima negativa
En el caso del BBVA y el Sabadell, las dos primeras posibilidades parecen más probables que la tercera. Pero para que fuera plausible hacer cualquier tipo de interpretación a partir de la cotización de los bancos, esa prima negativa debería mantenerse en el tiempo y no ser fruto de un movimiento puntual de las acciones en bolsa. En este sentido, en la evolución más inmediata de los dos valores va a jugar un papel crucial la inminente presentación de sus resultados de 2024 y el anuncio de sus próximos pasos en la política de remuneración a los accionistas.
A la OPA, en cualquier caso, todavía le quedan muchos meses por delante. Primero está por ver cuándo se pronuncia la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y qué condiciones le impone a la transacción. Después, si se dan los requisitos para que el Gobierno le pueda imponer condiciones adicionales, algo bastante probable. Y en tercer lugar, cuándo decide la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) abrir el periodo para que los accionistas del Sabadell puedan aceptar la oferta si así lo desean.
Ese será el momento clave en que la prima positiva o negativa que suponga la oferta podría decantar la operación en un sentido u otro. El BBVA siempre ha defendido que es normal que una prima se reduzca después de una OPA y que habría que ver a dónde caería la acción del Sabadell si no fuera por su oferta. Una prima negativa, sin embargo, podría desincentivar a los accionistas de la entidad catalana a acudir a la oferta. Eso sí, el BBVA siempre tiene la posibilidad de mejorarla, aunque haya reiterado públicamente que ni puede ni piensa hacerlo.