Las mismas aguas que antaño eran la vía del tabaco o el hachís ven correr ahora también cocaína. Las narcolanchas ya no remontan el cauce hasta Sevilla solo cargadas de chocolate, y la prueba está en las últimas incautaciones realizadas por las autoridades. El pasado 27 de diciembre, siete toneladas de farlopa enterradas en dos contenedores marítimos en Coria del Río, y el 7 de enero, cerca de tres mil kilos en una nave de La Puebla. Todo a orillas del Guadalquivir.

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