Ni la nueva victoria ante Jiri Lehcka para acceder a los cuartos de final en el Open de Australia por 15ª vez en su carrera, calmó el enfado y el rebote que Novak Djokovic lleva con la grada de la Rod Laver Arena desde inicio del torneo.
Ante el checo volvió a quejarse una y otra vez por los constantes ruidos durante los puntos y en los momentos de sacar, algo que acabó con su paciencia tras el partido, negándose a responder las preguntas sobre la pista que le iba a hacer Jim Courier.
Ante Machac, el serbio ya mostró su enfado en repetidas ocasiones, llegando incluso a tener un pequeño ‘rifirrafe’ en sus declaraciones post partido con un aficionado.
«Gracias por haber estado aquí esta noche. Gracias por la presencia y el apoyo. Nos vemos en la siguiente ronda» sentenció solamente Djokovic al microfono antes de poner rumbo a vestuarios, no sin antes firmar algunos autógrafos a los niños de primera fila.
No sentó nada bien al público la reacción de Djokovic, que le despidieron con algunos abucheos. Un incentivo más para apoyar a Carlos Alcaraz el próximo martes en el gran partido de cuartos de final.
Djokovic ya sabe que no tendrá el apoyo de todos aquellos que no sean serbios, aunque eso, en Australia, ya es una tónica más que habitual para él.
«Quizás sepamos más sobre ello en la conferencia de prensa posterior, pero él simplemente no tenía ganas de hablar. No tenía idea de que eso iba a suceder, pero estos jugadores no tienen obligación de hacerlo» explicó el propio Courier después en Eurosport.