Muchas cámaras a la puerta del cuartel general de los socialistas andaluces, aplausos a la llegada, muchos besos en la puerta, más aplausos, más besos. Un recibimiento a la altura de los días grandes. «Es que es un día grande«, apuntaba una parlamentaria andaluza defensora, hasta hace nada, del liderazgo de Juan Espadas, presente en la sala central de la sede. María Jesús Montero ha obrado ya un milagro: poner en la misma dirección a toda una organización sumida durante meses, y casi desde la pérdida del Gobierno andaluza en 2018, en que la suya era la candidatura indiscutible para liderar el PSOE de Andalucía.

Fuente