Adquirir un coche financiado es una decisión que implica compromisos económicos a largo plazo. Sin embargo, no todas las opciones de financiación son iguales. Elegir entre la oferta del concesionario o un préstamo bancario puede marcar una gran diferencia en el coste final del vehículo. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hacerlo a través del concesionario puede abaratar el coste del coche, pero puede ser más caro a la larga.

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