Marina Villar es madre de tres niños: Edgar, de 16 años; Pablo, de 8; y Gisela, de 11. Si cuidar de tres jóvenes es ya de por sí una ardua tarea, los dos menores viven en silla de ruedas tras ser diagnosticados con sendas enfermedades: atrofia muscular espinal (AME) de tipo II -considerada rara- y parálisis cerebral, respectivamente.»Ourense (donde vive)sigue sin adaptarse, está un 90% más atrasada que ciudades como Vigo y Madrid», denuncia a Faro de Vigo esta vecina de la ciudad gallega, que reclama una mayor atención a las personas con necesidades especiales en una urbe que, también en este sentido, ha desistido de avanzar en los últimos años.

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