Cuando pasen algunos años este Odilo de Juste será muy recordado, porque ha devuelto su lugar al baloncesto de Cartagena y ha enganchado a una afición que vibra cada quince días con los suyos.
Pero no tiene que pasar tiempo para reconocer el trabajo que están haciendo. Este sábado ganaron su segundo partido lejos de Cartagena, que podría decirse que era la asignatura pendiente. Es un recién ascendido a la LEB ORO y los chicos de Jordi Juste han cerrado la primera vuelta ganando en Oviedo.
Es la octava victoria de la primera vuelta, y eso son datos que tienen mucho mérito, porque después de cada triunfo hay mucho sufrimiento. Las cosas no son sencillas cuando encima de ser el presupuesto chiquitito de una categoría llena de trasatlánticos llegan las lesiones. Todo eso se suple con trabajo, trabajo y trabajo.
Pero el trabajo tiene que tener una línea clara y la idea de ambición, de ritmo, de juego alegre está haciendo que todo el mundo hable de este equipo que hoy ha dado un pasito más. Los de Cartagena perdieron el primer parcial 20-18 en un choque en el que dieron una gran versión. Al descanso se marcharon ganando de 3, con un marcador de 36-39.
En la reanudación siguieron trabajando a tope y llegaron al definitivo cuarto con un 54-62. Ventaja de 8 que terminaron por ampliar hasta el definitivo 73-87 con el que cierran de forma brillante una primera vuelta de notable alto.
Con sus 8 victorias la permanencia está muy cerca. Es noveno después de todos los grandes de la Liga y el fin de semana próximo jugarán la Copa. La semifinal es con el líder, el Burgos. Ellos serán anfitriones y favoritos, pero al Odilo le gusta la Copa y quién sabe. Ya es un premio, pero el techo no está puesto.