Todavía con restos de fatiga en el cuerpo de los jugadores tras el exigente partido copera ante el Celta, el Real Madrid recibe esta tarde (16:15 horas/Movistar LaLiga) a Las Palmas. Y lo hace en un momento delicado, con el Bernabéu de uñas por los últimos partidos, y con la obligación absoluta de ganar para seguir el ritmo de la cabeza de LaLiga.
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Para ello, Ancelotti no mira más allá en el calendario y apostará por un equipo que, pese a no estar en su mejor momento, es el que más garantías le puede ofrecer dadas las circunstancias. Así, en portería regresará Courtois tras el descanso de la Copa y en los laterales estarán Mendy, en el izquierdo, y Lucas en el derecho. La pareja de centrales, en principio, será de nuevo para Rüdiger y Tchouaméni dejando a Asencio en el banquillo una jornada más.
Ya en el centro del campo, el incombustible Fede Valverde actuará como pivote con Bellingham y Güler escoltando. La apuesta por el turco, que destacó en Copa esta semana, vendría dada por la sanción de Modric, la lesión de Camavinga y el estado del tobillo de Ceballos que no es del todo óptimo para poder jugar.
Así, el tridente de ataque estaría formado por Rodrygo, Brahim y Mbappé en la punta liderando de nuevo un día más a los blancos ante la sanción de Vinicius que se perderá el primero de los dos partidos que le impusieron como castigo.
Las Palmas, atrevida
Por su parte, los visitantes llegan en un momento no muy bueno, con resultados negativos después de un resurgimiento con la llegada de Diego Martínez al banquillo pero lo hacen con ganas. Saben que es un escenario muy complicado y más con la necesidad que tienen los blancos de vencer y convencer pero no son un equipo que se arruga en estas situaciones y tratará de jugar con personalidad.
De hecho, no sería la primera vez que el equipo canario vence en una gran plaza esta temporada pues ya lo hizo en Montjüic ante el Barcelona el pasado mes de noviembre por 1-2. Aquel día, Sandro y Fabio Silva fueron los goleadores y, junto a Kirian, hicieron del equipo uno muy aguerrido y difícil de superar. Esta tarde, en el Bernabéu, esperan conseguir exactamente lo mismo.