En los últimos años, TikTok ha sido objeto de creciente escrutinio por parte de gobiernos de todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde las preocupaciones sobre la seguridad de los datos han llevado a acciones concretas. En 2020, el expresidente Donald Trump intentó prohibir la aplicación bajo la premisa de que ByteDance, su empresa matriz, podría estar entregando datos al gobierno chino. Ahora, Trump ha cambiado de opinión, pero la tensión persiste.
La situación en Estados Unidos ha servido como catalizador para debates similares en otros países. Europa, por ejemplo, ha observado con atención cómo las preocupaciones sobre privacidad y manipulación algorítmica cruzan fronteras. Sin embargo, a diferencia de Washington, Bruselas no se centra exclusivamente en la propiedad china de la aplicación, sino en un marco regulatorio más amplio basado en la Ley de Servicios Digitales (DSA). Esta normativa exige que plataformas como TikTok cumplan con estrictas obligaciones en materia de transparencia y mitigación de riesgos, incluidas posibles injerencias extranjeras.
LA DECISIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO: QUE SUS TRABAJADORES DESINSTALEN TIKTOK
La reciente recomendación del Parlamento Europeo para que su personal desinstale TikTok no ha sido una medida tomada a la ligera. Según fuentes internas, la decisión está relacionada con un caso reciente de incumplimiento de la DSA por parte de la aplicación.
En concreto, Bruselas ha señalado que TikTok no ha aplicado medidas suficientes para prevenir posibles manipulaciones en procesos electorales, como las elecciones presidenciales rumanas de 2024. Este fallo ha encendido las alarmas sobre el uso indebido de datos personales y la influencia extranjera en momentos clave para la democracia europea.
Lo que preocupa a los legisladores no es solo el alcance de la plataforma, que cuenta con cientos de millones de usuarios activos en Europa, sino la posibilidad de que ByteDance esté utilizando el algoritmo de TikTok para influir indirectamente en la opinión pública. Aunque TikTok ha negado repetidamente estas acusaciones, el Parlamento Europeo considera que la falta de cumplimiento de la DSA podría acabar siendo motivo suficiente para restringir el acceso a la plataforma en la Unión Europea en el futuro.
¿QUÉ HACER SI CIERRAN TIKTOK EN ESPAÑA?
Si la Unión Europea decidiera seguir los pasos de Estados Unidos y prohibir TikTok, los usuarios no estarían necesariamente fuera de opciones, aunque sí enfrentan un panorama complejo. Una solución ampliamente discutida sería el uso de redes privadas virtuales (VPN). Estas herramientas permiten a los usuarios enmascarar su ubicación y acceder a la aplicación como si estuvieran en un país donde sigue siendo legal. Aunque este método es viable, requiere ciertos conocimientos técnicos.
No obstante, el uso masivo de VPNs podría generar nuevas restricciones. Empresas como Apple o Google podrían bloquear las aplicaciones que faciliten el acceso a TikTok desde regiones donde esté prohibido, ya que podrían ser consideradas responsables legales. Por otra parte, los usuarios de dispositivos Android podrían recurrir a «sideloading» para instalar TikTok desde tiendas de aplicaciones de terceros, aunque esta práctica conlleva riesgos adicionales, como la posibilidad de descargar versiones no oficiales o vulnerables de la aplicación.
Lo más sencillo es descargar el contenido de TikTok que queramos, algo que la propia app ya permite. Además, puedes hacer un backup muy sencillo de tu cuenta si usas aplicaciones de terceros que están destinadas a ello. Junto a ello, otra solución es obvia, y es volcar tus vídeos a otras plataformas similares, como Instagram o YouTube Shorts.
La recomendación del Parlamento Europeo es solo el principio de lo que podría convertirse en un debate más amplio sobre el papel de las redes sociales en la sociedad. Si bien TikTok enfrenta serios desafíos, también ha demostrado su capacidad para adaptarse y cumplir con normativas en otras regiones. La gran pregunta es si será capaz de hacerlo en Europa antes de que las restricciones lleguen a un punto de no retorno.