- Un valle muy singular
- Una historia de atracción hippie
- Turismo rural y vida ecológica
El Valle Gran Rey, ubicado en un rincón aislado de la isla de La Gomera, es un destino que parece resistirse al transcurso del tiempo. Este sitio singular, formado por barrancos, palmeras y el incesante ruido del mar, brinda un santuario para aquellos que desean distanciarse del ruido y establecer una conexión con la naturaleza en su forma más pura.
Un valle muy singular
En La Gomera, las vías no circundan la costa al igual que en otras islas del archipiélago canario. En este lugar, para desplazarse de un lugar a otro, es necesario atravesar pendientes que se incrustan en el núcleo de la isla y posteriormente volver a descender hacia el mar. Valle Gran Rey, uno de estos encantadores lugares, se distingue por su clima: soleado a lo largo de todo el año, resguardado del viento y abundante en manantiales que le confieren una singular fertilidad.
En vez de un centro urbano convencional, el valle ofrece una variedad de escenarios: rocas majestuosas, palmeras que se mueven con la brisa, y bancales donde todavía se cultivan jardines. Los caseríos y barrios pequeños, dispersos a lo largo del barranco, parecen relatar vivencias de generaciones que han coexistido en armonía con su entorno.
Una historia de atracción hippie
Hace más de medio siglo, el aislamiento y la belleza única de Valle Gran Rey empezaron a cautivar a un tipo de turista raro: el turista hippie. Este grupo, en su búsqueda de sitios alejados donde fomentar un modo de vida alternativo, halló en el valle un refugio terrestre.
La Playa del Inglés fue uno de los sitios más representativos de este movimiento. Con su volcánica arena negra, el intenso azul del Atlántico y las impresionantes puestas de sol, este lugar se transformó en un lugar de reunión para viajeros cosmopolitas y rastafaris. Incluso en la actualidad, la magia de esta playa continúa inalterada, convirtiéndose en un sitio perfecto para gozar de un entorno tranquilo y reflexivo.
Turismo rural y vida ecológica
A pesar de que el ambiente hippie sigue presente en algunas zonas del valle, el turismo rural ha ido ganando relevancia en las últimas décadas. Los visitantes recientes de Valle Gran Rey son turistas que persiguen un modo de vida sustentable, vinculado con una dieta ecológica y valorando la abundancia natural del sitio.
El valle brinda varias alternativas para este tipo de turismo: hospedajes tradicionales ajustados al medio ambiente, mercados locales de productos orgánicos y actividades al aire libre que facilitan la exploración de su excepcional biodiversidad. Caminatas a través de caminos antiguos, baños en aguas transparentes y paseos entre palmeras son solo algunas de las vivencias que atraen a los visitantes.
