La comida es algo que une a las personas, eso está claro, aunque muchas veces el precio de los restaurantes de los cocineros nacionales más conocidos suele generar debate en las redes sociales. Esta premisa se ha vuelto a dar en el último vídeo publicado por la ‘influencer’ @edurnyx, usuaria de TikTok que se ha especializado en la gastronomía.
En esta ocasión, la mujer visita el bar del conocidísimo Karlos Arguiñano en Zarautz, en el País Vasco. El ‘chef’ es ampliamente conocido en España gracias a los más de 30 años de trayectoria televisiva, donde empezó en la autonómica vasca, ETB, aunque actualmente se encuentra en Antena 3, al frente del programa ‘Cocina abierta de Karlos Arguiñano’.
Edurne, como se llama realmente la persona tras el usuario de la red social china, se presenta en el local del cocinero vasco con la idea de tomar un vermú: «Nos hemos pedido un combo: gilda de boquerón y gilda de anchoa«, empieza explicando, acompañadas del «txacolí de Arguiñano, el K5«, del cual vaticina que pueden «caer unas cinco copas», de lo bueno que le parece.
Tras una primera impresión muy buena, pasa a los pinchos, que son de un tamaño considerable. El primero es de ensaladilla rusa: «Muy suave», comenta antes de probar el segundo, con «ensaladilla de bonito, una piparra y una anchoa«. Aunque con esto algunos ya habrían comido, Edurne se anima a probar el tradicional «pincho de tortilla con cebolla«. Si los de antes ya eran grandes, este es todavía más espectacular, como así le indican en la sección de comentarios: «Qué pincho de tortilla, si aquello era un bocadillo«.
Finalmente, el vídeo termina mostrando las vistas que tiene el restaurante, directamente al Cantábrico, aunque lo más interesante es el precio de los cuatro pinchos y la copa de txacolí: «El total ha sido de 24,10 euros«, comenta Edurne, algo que también llama la atención de sus seguidores: «Está genial de precio de verdad. Para ser esa ubicación y un sitio famoso. Algunos se aprovechan demasiado», dice otra usuaria, mientras que también se pueden leer otros que rezan «qué barato» o que lo comparan con el precio en otros lugares de España: «Me parece baratísimo. En Madrid una Gilda en el sitio más ‘pelao’ del barrio ya te cuesta 4 € y el vino, otros 4 €«, explican, o «No se han equivocado con la cuenta? lo veo muy barato«.
Sin embargo, también hay quien piensa que el coste es superior a lo esperado y que no estarían dispuestos a desembolsar ese dinero: «Me parece un poco caro para ser unos pinchos«, comenta una seguidora, mientras que otro dice que es «muy caro, en mi pueblo por 14 euros» y otra más que sentencia explicando que «por 24 € en Asturias comes 2 menús«.