Dos jueces han muerto y uno de sus guardaespaldas ha resultado herido en un ataque a tiros ocurrido este sábado frente a la sede del Tribunal Supremo de Irán en la capital del país, Teherán, según ha confirmado la agencia oficial de noticias iraní, IRNA.
La agencia de noticias Mizan, considerada el órgano portavoz de la Judicatura iraní, responsabiliza del ataque a un solo individuo armado que se ha quitado la vida cuando las fuerzas de seguridad estaban a punto de efectuar su detención.
Los jueces fallecidos, a quienes la agencia semioficial de noticias ISNA identifica como Alí Razini y Mohamad Moqisé, estaban especializados en cuestiones de «seguridad nacional, el espionaje y el terrorismo» y la oposición iraní vincula a ambos con una ola de represión judicial contra disidentes durante los años 80.
En respuesta, Irán ha vinculado este ataque a «amplias medidas durante el año pasado para procesar a agentes y elementos afiliados al régimen sionista (Israel), representantes estadounidenses, espías y grupos terroristas», según un comunicado de su poder judicial recogido por la agencia de noticias DPA.
Irán ahora está buscando a otras personas que podrían haber estado involucradas en el ataque. Las autoridades trabajarán para identificar a «infiltrados y terroristas», ha asegurado el portavoz de la Judicatura, Asghar Jahangir, sin dar más detalles.
Razini había sobrevivido previamente a un intento de asesinato hace 25 años cuando una bomba fue colocada en su vehículo, según confirmó la agencia oficial de noticias IRNA mientras que, en 2019, Moquisé fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por su papel en la mencionada persecución.
El atacante, añade Mizan, no tenía en principio vinculación alguna con el tribunal.
