Las autoridades israelíes confirmaron el jueves por la noche que se alcanzó un acuerdo de intercambio de rehenes por un alto el fuego con Hamás, horas después de que la Oficina del primer ministro en Jerusalén informara que el grupo palestino había incumplido partes del acuerdo anunciado el día anterior, buscando obtener concesiones de última hora.
Tras superar las diferencias entre ambas partes, un total de 33 rehenes, de los 98 retenidos por Hamás en Gaza, serán liberados durante la fase inicial del alto el fuego, que durará 42 días.
El jueves, el Ministerio de Salud de Israel publicó un protocolo integral para la atención de los rehenes, basado en las lecciones aprendidas del acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2023, que permitió la liberación de más de 100 cautivos desde Gaza. Este protocolo incluye directrices detalladas sobre exámenes médicos, atención psicológica, protección de la privacidad y apoyo a largo plazo.
Los rehenes serán intercambiados por cientos de terroristas palestinos presos, muchos de ellos responsables de actos de violencia, que se encuentran en cárceles israelíes.
Ilan Borreda, excomisionado adjunto del Servicio Penitenciario de Israel, señaló en una rueda de prensa el jueves que los servicios de seguridad deben asumir que muchos de los detenidos palestinos retomarán actividades terroristas.
“Tal vez no todos lo hagan, ya que algunos son mayores, pero Israel debe estar preparado. Si son liberados en Judea y Samaria, podrían continuar participando en actos de terrorismo, aunque sería más fácil capturarlos nuevamente allí. Si son enviados a Gaza, Turquía, Catar o Líbano, será más complicado”, explicó Borreda.
Entre los prisioneros liberados en acuerdos anteriores se encuentra Yahya Sinwar, exlíder de Hamás y arquitecto de la masacre del 7 de octubre de 2023. Sinwar fue abatido por tropas israelíes en Gaza el pasado octubre. Había sido liberado como parte de un intercambio en 2011 por el soldado israelí Gilad Shalit.
Borreda aclaró que los prisioneros condenados a cadena perpetua lo fueron por al menos un asesinato, pero advirtió que los demás no son menos peligrosos, ya que muchos formaron parte de la división militar de Hamás en Judea, Samaria o Gaza.
Según el acuerdo, las fuerzas israelíes se retirarán gradualmente de ubicaciones estratégicas, incluido el Corredor Filadelfia, en la frontera egipcia de Gaza, mientras se abrirá el paso de Rafah hacia el Sinaí para permitir una gran entrada de bienes en la Franja.
En julio, durante operaciones en Rafah, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) descubrieron una extensa red de túneles bajo la frontera con Egipto, algunos de hasta tres niveles. Como respuesta, el mes pasado, el ministro de Defensa, Israel Katz, prometió que las FDI mantendrían la seguridad en la zona.
Reabastecimiento de Hamás
El general de división (res.) Giora Eiland, exjefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, señaló que este conflicto refleja un gran fracaso para Israel. “Cuando el alto el fuego comience, será más fácil para Hamás retomar áreas actualmente bajo control de las FDI”, declaró. Según Eiland, Hamás ha recibido suministros de Israel que les han permitido enriquecerse revendiéndolos con fines de lucro y reclutar nuevos combatientes.
Eiland subrayó tres factores que determinarán la capacidad de Hamás para rearmarse. El primero depende de la eficacia de Egipto para detener el tráfico de armas desde el Sinaí hacia Gaza. El segundo se centra en cortar el financiamiento catarí, y el tercero implica que los países interesados en la reconstrucción de Gaza vinculen los fondos a la desmilitarización de la Franja.
Erradicar a Hamás
El general de división (res.) Uzi Dayan afirmó que Israel debe eliminar a Hamás de manera similar a cómo se destruyó al régimen nazi en la Segunda Guerra Mundial. “Para que Hamás gane, solo necesita sobrevivir. Pero debemos evitarlo asegurándonos de que no puedan reconstruir su capacidad operativa ni ideológica”, afirmó.
Dayan destacó que Israel debe mantener el control no solo en materia de seguridad, sino también en aspectos civiles como la distribución de agua, electricidad y otros recursos esenciales. Aseguró que Hamás ha utilizado los recursos internacionales para perpetuar la guerra en lugar de mejorar la vida en Gaza.
El general de brigada (res.) Nitzan Nuriel agregó que Israel deberá monitorear de cerca cualquier esfuerzo de Hamás por reconstruir su infraestructura militar, utilizando tácticas como las empleadas contra Hezbolá en Líbano, donde Israel destruye convoyes y depósitos de armas.
Vigilancia constante
Dayan concluyó señalando que Israel debe permanecer en estado de alerta durante el alto el fuego, ya que Hamás podría tener “sorpresas terroristas” preparadas. Subrayó que el regreso de Hamás al poder en Gaza solo llevaría a nuevas masacres, algo que Israel no puede permitir.