La compra de viviendas por personas con nacionalidad extranjera evoluciona al alza en los últimos años en todo el territorio nacional y Castellón no resulta ajena a esta tendencia. Este auge, de hecho, se ha convertido en algunas zonas en otro factor que contribuye a tensionar aún más el mercado inmobiliario, sobre todo por las adquisiciones a modo de inversión.
El último plan del Gobierno central para tratar de facilitar el acceso a la vivienda, anunciado esta misma semana, incluye una medida en este ámbito: incrementar la carga fiscal con un impuesto de hasta el 100% del valor, eso sí, solo a quienes vivan fuera de la Unión Europea, por lo que el impacto real en el territorio castellonense resultará bastante limitado.
Las ventas de inmuebles a personas de países de fuera de la Unión Europea en la provincia de Castellón, en estos momentos, apenas representa una de cada diez operaciones. Estas resultan las transacciones a las que se les podría aplicar el nuevo gravamen a activar por el ejecutivo.
Las cifras
En cifras, los últimos datos disponibles del Colegio Notarial de Castellón, correspondientes al primer semestre del 2024, muestran que de las 7.025 ventas registradas en la provincia, 1.566 corresponden a las adquisiciones por parte de personas extranjeras, algo más del 22% del total.
Ahora bien, si se entra más en detalle, se observa que las nacionalidades comunitarias que optaron por obtener la propiedad de una vivienda en suelo castellonense copan más de la mitad de estas compras, al superarse las 840 solo con las nacionalidades más significativas, lo que reduce ampliamente el peso de los extracomunitarios en el mercado inmobiliario de la provincia.
El top-5 del origen de los compradores en Castellón resulta bastante ilustrativo en este sentido: cuatro de las cinco nacionalidades son de la Unión Europea. En concreto, la parte alta de la clasificación está conformada por Rumanía (347 adquisiciones), Marruecos (184), Francia (171), Italia (82) y Alemania (78).
«El impacto de la medida va a ser irrelevante, ya que este mercado no tiene incidencia en el cómputo absoluto», valora el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi) de Castellón, Francisco Nomdedeu, quien argumenta que el nuevo impuesto «va más dirigido a lugares como Madrid, Valencia o incluso Alicante, donde hay una demanda importante de británicos o rusos por el turismo».
Ya con arraigo
«La demanda en Castellón de extracomunitarios suele ser más de marroquíes ya arraigados que atraen a otros familiares, algo de ucranianos ahora y, como mucho, algún británico», resume.
La estadística del Colegio Notarial permite concluir que en el detalle por municipios tampoco existen grandes diferencias respecto a la tónica del balance global. En Benicàssim, por ejemplo, encabezan las transacciones de foráneos los británicos, seguidos de los ucranianos. En Alcalà de Xivert, cuyo núcleo de Alcossebre siempre ha tenido un importante atractivo para el Reino Unido, los ingleses quedan ahora en el tercer lugar, superados por los marroquíes. Y esta última nacionalidad resulta la que más compras acumula en Burriana y la tercera en Castelló. No obstante, en la capital de la Plana, Rumanía continúa liderando con creces la demanda de vivienda extranjera, seguida de Ucrania y Marruecos.
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