La estampa bien se parece a la de aquellas ciudades en las que, en invierno, es habitual que esté nevado. Pero es granizo y, además, es un lugar mucho más cerca. Fueron apenas unos minutos pero suficientes para que se llegaran a acumular varios centímetros de hielo en forma de pequeñas bolitas. Después de llevar toda la tarde lloviendo y con temperaturas que no pasaron de los 8 o 9 grados, sobre la 1 de la madrugada descargó una fuerte granizada que formó un llamativo y poco habitual manto blanco en la calzada y las aceras de Tavernes de la Valldigna.
Aunque fue poco tiempo, la fuerte intensidad con la que caía permitió que el granizo se acumulara muy rápidamente. Los vecinos que a esa hora se encontraban aún despiertos pudieron notar el momento en el que empezó a descargar, puesto que estuvo precedido del potente estruendo de un trueno, tras el cual ya se empezó a escuchar el sonido de las piedras de hielo.
Tavernes ha sido, por ahora, el municipio en el que se ha recogido más lluvia, con 43 litros por metro cuadrado según AVAMET, seguido de Oliva, con 42,7, Palma de Gandia, con 39,8 y Villalonga con 39,4. Otros municipios de la comarca también recogieron más de litros como fueron Barx, Simat de la Valldigna o la Font d’en Carròs.
La temperatura más baja de ayer se registró en la Llacuna de Villalonga, con 3,3 grados, lejos, en cambio, de los niveles negativos de principios de esta semana en ese mismo punto.
En Tavernes de la Valldigna, en el momento de la granizada la temperatura era de 6,1 grados, experimentando en apenas media hora una bajada de dos grados, que, pasados unos minutos, se recuperaron para volver a situarse en torno a los 8.