«Un sector de la Iglesia quiere volver a meter a los católicos homosexuales en el armario«. David Armenteros, vicepresidente de la Federación Estatal LGTBI (Felgtbi) reclama que las terapias de conversión sexual que ahora mismo se están iinvestigandoen 7 diócesis españolas se conviertan en un delito penal, y no solo conlleven sanciones económicas.
«Las barbaridades que estamos viendo y escuchando cada día, y sobre todo, el enorme daño que se ha hecho a muchas víctimas deberían saldarse con algo más que una sanción económica», reivindica Armenteros.
La entidad que agrupa a todas las plataformas LGTBI de España ya anunció que estántrabajandoo para que las terapias e conversión sean consideradas eurocrímenes, es decir, que su lucha por penalizarlas trasciende incluso el estado.
Armenteros ha recordado, en primer lugar, que existen líneas de atención y denuncia para las víctimas como la «Linea Arcoiris» en el caso de la FELGTBI o el servicio Orienta gestionado por Lambda en València, en las que anima a denunciar este tipo de prácticas.
En segundo lugar, celebra que la ministra de Igualdad Ana Redondo haya decidido comenzar a perseguir estas terapias en 7 diócesis (incluida la de València) y critica la pasividad de otras administraciones como la Conselleria de Igualdad. «Hay que ser mucho más contundente cuando nos enfrentamos a esto», explica.
Las declaraciones del obispo
Armenteros también ha calificado de «horribles» las declaraciones del obispo de Orihuela-Alicante José Ignacio Munilla y se ha mostrado «preocupado» porque «volvemos a escuchar de nuevo unos mensajes que son muy peligrosos».
Munilla aseguró ayer, tras la noticia de la investigación a 7 diócesis que «Lo que llaman ‘terapia de conversión’, en realidad no existe» y que se trata de «acompañar a personas con inclinaciones homosexuales, ayudándoles a vivir la virtud de la castidad». Denunció también una persecución del Ministerio.
Para Armenteros existe un sector de la Iglesia que «quiere volver a meter a los homosexuales cristianos en el armario» y ha reivindicado el derecho del colectivo a poder profesar su fe sin ser señalados.»En la FELGTBI tenemos varios grupos católicos, y nos están pasando cosas que antes no pasaban. Ellos podían ir a misa tranquilamente con sus vecinos, pero ahora dar pábulo a este tipo de discursos, estamos volviendo atrás», reivindica. El ascenso de la ultraderecha y los discursos e odio en redes sociales también han jugado un papel crucial, a su parecer.
La FELGBTI pide a la Iglesia Católica «más contundencia» a la hora de perseguir este tipo de terapias y un «compromiso real para erradicarlas». Por otro lado, lamenta que algunas diócesis como la de Segovia defienda a párrocos con conductas homófobas, u otras como las de València o Barcelona se pongan de perfil ante lo que se está denunciando.
Una entencia ejemplarizante
Armenteros espera que la denuncia prospere y -si procede- pueda haber una sanción que sirva de ejemplo para «poder perseguir estas terapias de forma más contundente». «No podemos consentir que se diga abiertamente que la ‘atracción homosexual’ se puede curar».
Los juzgados valencianos investigan en estos momentos tres denuncias por casos de terapias de conversión sexual, uno de ellos el del profesor denunciado en Alaquàs por tratar e «curar» la homosexualidad de sus estudiantes.