Los abrazos tras el pitido final lo decían todo: Millene había dado algo más que una victoria al Deportivo. Un solitario tanto de la brasileña sirvió para vencer al Levante (1-0) y salir del descenso, enviando a las granotas a la zona roja. Era un duelo directo. Una final que no se podía perder. Y, con sufrimiento pero merecimiento, las blanquiazules lo lograron.
Los nervios propios de una final anticipada impidieron ver un partido abierto en los primeros compases del juego, aunque el Deportivo trató de mostrar aquellas señas de identidad que Fran Alonso ha pedido desde el primer día a las suyas. El cuadro coruñés quiso mandar con el balón, presionar y situarse en campo rival. Las blanquiazules, pusieron agresividad sin balón y encontraron en la superioridad numérica de Lucía Martínez cuando avanzaba hacia campo rival.
Sin embargo, al Dépor le faltó una socia extra para Ainhoa Marín y Millene, sobresalientes en ataque. Las dos figuras ofensivas se juntaban, combinaban la una con la otra, se desmarcaban y se ofrecían. Pero a su lado ni Bárbara Latorre ni Paula sumaban la acompañante extra que necesitaban. En la primera parte, el Dépor Abanca solo inquietó a balón parado gracias a la envergadura de Vera.
La polémica, eso sí, se presentó en Riazor a los 23 minutos, tras una mano clara en el interior del área del Levante que Peñalver Pearce no vio. Al filo del descanso, tras un error propio, Chacón tuvo el primer gol al contragolpe. Mano a mano ante Inês Pereira, la lusa se impuso con una gran parada con las piernas. 0-0 al descanso.
Los fantasmas de Tenerife sobrevolaron Riazor cuando nada más arrancar el segundo tiempo Chacón tuvo un remate franco en el interior del área. Pero Millene y Ainhoa tenían un plan distinto. Estaban de dulce. Y el talento, en las finales, marca la diferencia. A falta de una tercera socia, en un contragolpe, ambas decidieron cruzar el campo repartiéndose el balón para avanzar. Un tuya-mía que parecía no tener final hasta que la brasileña se plantó sola en el área, recortó a la última defensora y batió por raso a Tarazona.
El Levante reaccionó tras el gol encajado y hundió al Dépor demasiado pronto, que perdió el dominio mostrado en el primer tiempo. A mayores, Millene tuvo que pedir el cambio por lesión, dejando su lugar a Olaya. En el minuto 60 las blaugranas dieron el primer aviso tras un remate de cabeza de Molina que se estrelló en el palo. A falta de 20 para el final, la recién ingresada Inés tuvo un mano a mano ante Pereira. La visitante enganchó una potente volea, pero la lusa volvió a imponerse. Nadie iba a superarla en otra noche brillante.
El Deportivo defendió el resultado con todo lo que tuvo. Acabó desfondado para guardarse tres puntos vitales para la permanencia. Soportó ataque tras ataque de las levantinistas y trató sin éxito de aprovechar algún contragolpe. Quedaba lo más difícil, un descuento que se extendió hasta el minuto 97. Ya en el extra, Raquel, capitana ayer, apareció salvadora sobre la línea para despejar de cabeza un gol que Inés ya cantaba.
El cuadro coruñés sobrevivió. Aguantó un resultado merecido y que incluso pudo cerrar. Una victoria capital que permite al Dépor Abanca salir del descenso y meter dentro al Levante. Era una final. Una vencida para Alonso y sus chicas, que se van a los 12 puntos.