PepsiCo dejará de encargarse ella de su propia distribución y contratará a otra empresa para que se ocupe de la tarea. Es un movimiento llevado a cabo para «alinearse con la tendencia mayoritaria del sector», asegura la compañía, que no da muchas más explicaciones al respecto. La cuestión es que la decisión conllevará cambios importantes en la estructura: el sindicato UGT ha denunciado que la dirección de la compañía ha planteado a los trabajadores un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 250 personas.
Según lo que explica el sindicato, son trabajadores de toda España, aunque la comunidad más afectada será Andalucía, donde el plan es cerrar todas las delegaciones de venta. Catalunya también se llevará su parte, aunque estas organizaciones laborales aún no tienen información sobre cuales son las intenciones concretas de este grupo estadounidense, responsable de marcas como Lay’s, Doritos, 7Up, Alvalle o la propia Pepsi.
Es todo este surtido de productos, que ahora manejaban internamente casi de principio a fin, que pasará a ser responsabilidad de otra empresa, una vez ellos lo hayan fabricado. «PepsiCo ha anunciado su decisión de continuar la transformación de su canal de distribución tradicional en España hacia un modelo de distribución indirecta, alineándose con la tendencia mayoritaria del sector», ha dicho exactamente la compañía tras trascender el comunicado del sindicato. «Este cambio se llevará a cabo de manera progresiva y responsable», afirman.
Pero la representación de los trabajadores no está de acuerdo con la decisión. «No se dan las razones organizativas y de costes fijos que aduce la empresa para justificar la externalización del área comercial», denuncian desde UGT, que se refiere, esencialmente, a que la empresa «no está en pérdidas».
Respecto al ere, fuentes de PepsiCo aseguran que lo que se ha propuesto a los trabajadores es crear una mesa de diálogo para «alcanzar los acuerdos que beneficien tanto a las personas como al negocio». «El compromiso de la compañía es garantizar un proceso transparente, buscando siempre las mejores soluciones para todos los implicados», se ha explicado el grupo.
Los sindicatos no parecen compartir el tono conciliador, pues no descartan llevar a cabo movilizaciones en forma de protesta. Parte de su malestar procede –según recuerdan en este comunicado– de que las plantillas de la empresa en España ya han lidiado los últimos dos años con un proceso de despido masivo que ha recortado 600 puestos de trabajo. La plantilla, dicen, ya está «de por sí, muy mermada».