Los núcleos de las galaxias no estarían conformados por materia convencional ni por nada que pueda visualizarse: una nueva investigación sugiere que podrían contener una estrella gigante e invisible hecha de misteriosa materia oscura «espumosa», totalmente invisible debido a que está compuesta por partículas extremadamente ligeras.
Un equipo internacional de científicos propone en un nuevo estudio publicado en arXiv que los centros de las galaxias como la Vía Láctea podrían estar dominados por gigantescas estrellas de materia oscura, de una variedad “espumosa” o “borrosa” e incapaz de interactuar con la luz y hacerse visible, debido a la mínima masa individual de cada una de las partículas que la integran.
Núcleos galácticos “invisibles”
En consecuencia, la hipótesis sugiere que los núcleos de las galaxias como la Vía Láctea no incluirían estructuras masivas y visibles: por el contrario, su centro atraería gravitacionalmente a esta materia oscura “espumosa”, que se agruparía en gigantescas estrellas invisibles capaces de extenderse a lo largo de miles de años luz, pero sin que puedan ser detectadas mediante observaciones tradicionales.
De acuerdo a un artículo publicado en Universe Today, la hipótesis convencional de la materia oscura indica que está comformada por partículas frías y masivas que casi nunca interactúan entre ellas, con la luz o con la materia normal, por eso nunca la hemos apreciado hasta el momento. Sin embargo, existe otra visión sobre la materia oscura, que los investigadores han seleccionado para el nuevo estudio.
Otro tipo de materia oscura
Desde esa concepción alternativa, la materia oscura podría ser increíblemente ligera, mucho más que cualquier partícula conocida. Esta materia oscura “espumosa” permitiría que la naturaleza de onda cuántica de las partículas se manifieste en escalas macroscópicas, conformando grupos grandes y difusos conocidos como “estrellas oscuras”.
Las partículas de materia oscura “espumosa” serían increíblemente ligeras, en concreto miles de millones de veces menos masivas que el neutrino, la partícula más ligera actualmente conocida. En consecuencia, aunque cuánticamente alcancen entidad macroscópica y puedan combinarse en enormes estructuras cósmicas, seguirían siendo invisibles para nosotros debido a su mínima masa.
Un modelo explicativo
Según indica el astrofísico Paul Sutter en Live Science, los científicos llevaron adelante un modelo que contenía solo dos componentes: un gran porcentaje de materia oscura difusa o “espumosa” y un porcentaje más pequeño de un gas simple. Al calcular cómo estos dos componentes evolucionarían bajo su influencia gravitacional mutua, intentaron sustentar su hipótesis.
En líneas generales, hallaron que aunque inicialmente mostrarían un comportamiento aleatorio, luego la materia oscura “espumosa” se acumularía rápidamente en un gran grupo en el centro, con nubes más difusas de materia oscura que la rodearían. Ese sería el escenario en el núcleo de la Vía Láctea, aunque por el momento la hipótesis es imposible de verificar directamente o a través de observaciones, ya que no disponemos de las herramientas tecnológicas para apreciar este tipo de materia.
Referencia
Fermion-Boson Stars as Attractors in Fuzzy Dark Matter and Ideal Gas Dynamics. Ivan Alvarez-Rios et al. arXiv (2025). DOI:https://doi.org/10.48550/arXiv.2412.13382