La segunda parte de la temporada arrancará este domingo frente a la Real Sociedad. Por delante, hasta el 25 de mayo, 19 partidos de Liga en los que la vida en Primera división estará en juego. Y, a partir de los días 4, 5 o 6 de febrero, una, tres o cuatro bolas extra en la Copa del Rey. Después de acceder a los cuartos de final, eliminando el martes al Ourense, el Valencia CF dispondrá de alrededor de tres semanas en las que poder centrar todos los recursos y energías de una plantilla con carencias probadas en tres fechas vitales para el futuro del club en la élite. Días de trabajo sin la distracción de una segunda competición ni desplazamientos añadidos en los que pensar en exclusiva en las finales contra la Real Sociedad, el FC Barcelona y el Celta de Vigo.
Hasta la reaparición de la Copa, que regresará con la última eliminatoria a partido único, los murciélagos van a afrontar las tres primeras jornadas de la segunda vuelta de la Liga. Dos de ellas en Mestalla, el escenario en el que habitualmente el equipo reúne a más de 40000 fieles y donde Carlos Corberán pretende asentar una reacción para la que ya está agotado cualquier plazo de espera. Los blanquinegros parten en desventaja con todos los rivales en la carrera por la permanencia. Son colistas con únicamente 13 puntos en el casillero, a más de un partido de salir de la zona roja. A cuatro puntos del Alavés, y a seis de Leganés y Getafe.
Además, el domingo ante la Real, el Valencia apurará la última oportunidad de convertir las victorias de la Copa en un impulso real en la Liga. La realidad es que el hecho de ir avanzando en el torneo del KO no ha surtido ningún efecto positivo en la competición madre, la que marcará el destino del club. A partir de la entrada en escena de la Copa, con la primera ronda contra el modesto Parla Escuela (Tercera Federación), los valencianos han jugado siete encuentros de Liga y otras tres rondas coperas. Mientras han progresado en el camino copero, dejando también atrás a la SD Ejea (Segunda Federación), el Eldense (Segunda división) y el Ourense (Primera Federación), lo cierto es que en la Liga el equipo se ha atascado todavía más cuando el calendario se ha cargado entre semana.
Entre las eliminatorias de Primera ronda y los cuartos, el Valencia ha sumado cinco citas de Liga a las órdenes de Rubén Baraja (Mallorca, Rayo Vallecano, Valladolid, Espanyol y Alavés) y dos con el nuevo técnico (Real Madrid y Sevilla). Siete partidos, 21 puntos posibles, en los que el bagaje ha sido pobrísimo: Tan solo tres puntos merced a los empates ante Espanyol, Alavés y Sevilla. En diciembre, mes en el que solo hubo que medirse al Ejea en la Copa, la situación de dos partidos aplazados que deparó la trágica riada -Espanyol y Real Madrid- obligó a cubrir huecos que podrían haber dado algún respiro más a la plantilla.
La renta de tres puntos en tiempos de Copa ha sido muy inferior a los nueve conquistados en el mismo número de partidos precedentes. Los seis entre finales de septiembre y finales de octubre frente a Girona, Osasuna, Real Sociedad, Leganés, Las Palmas y Getafe, además de la victoria contra el Betis (4-2) en el regreso del fútbol a Mestalla, tras la fatídica dana, el sábado 23 de noviembre. En todo este periodo, el conjunto entonces de Baraja únicamente debió disputar un encuentro entre semana, el empate sin goles con Osasuna del martes 24 de septiembre.
Anteriormente, en los cinco primeros duelos de Liga, los blanquinegros solo sumaron un punto de 15 posibles en un inicio de competición muy duro con el Barcelona, el Celta, el Athletic Club, el Villarreal y el Atlético de Madrid como rivales. El 93 % de los puntos se le escapó al Valencia en ese comienzo de la Liga 2024/25. En los siguientes siete encuentros, el equipo cambió la tendencia para hacerse con el 43 % de los puntos en juego. Sin embargo, en los siete últimos hasta el final de la primera de la competición liguera, el porcentaje de puntos obtenidos se ha reducido de manera preocupante hasta el 14 %. Sobre todo, en un periodo en el que se desaprovechó la ocasión de salir del abismo en los duelos ante Mallorca, Rayo, Valladolid, Espanyol y Alavés. Tres derrotas y dos empates, es decir, 12 puntos de 15 tirados a la basura. Menos de la mitad habrían servido para hoy haber estado fuera de zona de descenso. Ese es el objetivo, volver a ganar por fin en la Liga y salir del hoyo, con el que los de Corberán encaran el inicio de la segunda vuelta.