1. Exhibición del Barça en campo bético

Era para pasar a cuartos y volver a transmitir poderío en Montjuïc. Bastó ver los primeros veinte minutos para confirmar que los dos objetivos podía lograrlos el campeón de la Supercopa. El Barça de Flick entró al duelo con Dani Olmo en punta pero con mucha movilidad para que Bartra y Natan no fijasen posición.

Con De Jong en el eje del medio campo y Pedri administrando/presentando pelotas a los delanteros, los azulgrana asentaron el fútbol ofensivo en campo verdiblanco. Con la presión colectiva ganadora, Isco y Roque sólo corrían detrás del balón claramente blaugrana, al Betis sólo le quedaba defender lo mejor posible.

No aguantó ni cinco minutos, en el tercero Pedri montó la jugada, Olmo pasó a Gavi y finiquitó tras control con remate raso. Vieites vislumbró la tormenta y con gritos y aspavientos pedía más cierre, más contundencia, a sus compañeros.

En este primer tiempo el Barça pudo cerrar la eliminatoria pero entre el poste, las salvadas del meta visitante y esa pizca de fortuna con los fueras de juego, los de Pellegrini se salvaron de un marcador sonrojante. Sólo una dejaron pasar los de Flick: un remate en boca de gol de Vitor Roque a centro de Jesús Rodríguez. Despeje magnífico de Iñaki Peña.

2. Koundé ataca más y mejor con Lamine

El partido lo tuvo siempre controlado el Barça y desordenado el Betis. Los movimientos de los jugadores que no tenían la pelota era un quebradero de cabeza para la defensa visitante y, peor aún, cuando el balón caía en la zurda de Lamine.

El VAR congeló el 2-0 al equipo de Manuel Pellegrini pero sus jugadores no. Iñaki Peña seguía quedando lejos, y Vieites, muy cerca. Tan cerca como quiso el joven extremo blaugrana mientras por dentro, el fútbol de Pedri/De Jong resultaba limpio y creativo para los permanentes INTERCAMBIOS de posiciones entre Olmo, Gavi y Raphinha. ¿Os acordáis del Ajax de los 70? Pues en fase ofensiva, recordé aquel ritmo. No podías saber dónde jugaban los peloteros de Michels.

Volviendo a las consecuencias, resultó evidente que Lamine rompió al Betis. Primero regalando el 2-0, minuto 26, al pletórico Jules Koundé (se la puso botando) y en el segundo acto a Raphinha tras aprovechar un despeje de Araujo y realizar un carrerón. Con el 3-0 Flick pudo realizar cambios pero vimos casi el mismo partido.

3. El banquillo también responde

Araujo y Cubarsí estuvieron de notable cerrando frontera y Gerard Martín lució en el primer tiempo. Al ritmo blaugrana y la verticalidad ofensiva, la respuesta bética fue adelantar líneas. Consiguieron más que en el primer acto pero encajaron otros tres goles.

El 4-0 visión de Dani Olmo para alegría de Ferran Torres y el 5-0 firmado, definitivamente, tras anularle ‘unos cuantos’, por Lamine Yamal. Por cierto, un espectáculo ver cómo intimida a los rivales con sus estilosos regates. Maquilló Vitor Roque, de penalti, la tremenda exhibición azulgrana en Montjuïc.

Para concluir, aquí mis reflexiones: ser titular se está poniendo caro y cómo y cuánto jugó ayer el conjunto blaugrana que no me acordé del gran Robert Lewandowski. El equipo ha vuelto a coger vuelo.



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