La alimentación es un campo de batalla, especialmente en redes sociales, donde es de agradecer la existencia de perfiles formados que guíen al público en la toma de decisiones sobre qué comer y cómo llevar un estilo de vida saludable.
El nutricionista y creador del movimiento realfooding, Carlos Ríos, se ha posicionado como una de las voces más influyentes y respetadas cuando se trata de desmitificar tendencias y poner en práctica hábitos alimenticios basados en la ciencia en un entorno donde a menudo circulan consejos sobre lo que es saludable y lo que no, a veces sin evidencia científica que respalde estas afirmaciones.
Brócoli: la verdura asociada a menor riesgo de cáncer
Carlos Ríos ha compartido recientemente en sus historias de Instagram un estudio titulado «Broccoli consumption and risk of cancer: an updated systematic review and meta-analysis of observational studies, que establece una relación entre el consumo regular de brócoli y un menor riesgo de cáncer.
El brócoli es conocido por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y detoxificantes. Y, a diferencia de otros alimentos que pueden ser excesivamente procesados o difíciles de integrar en la dieta diaria, el brócoli es una opción accesible, fácil de preparar y muy versátil. Sin embargo, como explica Ríos, no solo es importante consumir brócoli, sino cómo se consume para maximizar sus beneficios.
El nutricionista también hace hecho referencia a un estudio que podría ser la clave: «The potential to intensify sulforaphane formation in cooked broccoli using mustard seeds. Este estudio indica que agregar mostaza al brócoli cocinado podría aumentar la biodisponibilidad del sulforafano: un potente compuesto bioactivo que potencia las propiedades anticancerígenas del brócoli.
Además de ser un condimento sabroso, la mostaza tiene la capacidad de activar ciertos mecanismos en el brócoli que facilitan la formación de sulforafano.
Para poner en práctica esta combinación de brócoli y mostaza, Ríos ha compartido una receta de «salsa de mostaza realfooding» que es fácil de hacer en casa y, además, deliciosa. Esta salsa se prepara con una cucharadita de mostaza, kefir (un probiótico natural), sal o salsa de soja, y una cucharadita de miel cruda o pasta de dátiles.
El resultado es una mezcla sabrosa y saludable que, según Ríos, puede acompañar perfectamente al brócoli y potenciar sus beneficios antioxidantes: comer alimentos lo más naturales posible, sin procesados y con ingredientes frescos.
Por si esto no era suficiente, también ha compartido una receta de nuggets de brócoli en la airfryer. Una forma divertida y sabrosa de incorporar esta verdura a la dieta sin renunciar al sabor.