Vox pide retirar el nombre de Indalecio Prieto del callejero de Alicante por su «colaboración activa en el golpe de estado de Asturias de 1934». La iniciativa se debatirá en el próximo Pleno del Ayuntamiento, el 30 de enero. En su declaración institucional, el partido sostiene que Prieto no merece «tener el honor de dar su nombre a una de las calles de Alicante» por su «sanguinaria trayectoria política y personal».
La calle en cuestión se encuentra en el Plá del Bon Repós y conecta la avenida de Denia con la plaza del Doctor Gómez Ulla, frente al MARQ. En palabras de Mario Ortolá, portavoz adjunto de Vox en el Ayuntamiento, el personaje histórico es “uno de los más sangrientos y violentos del siglo XX«. Prieto (Oviedo, 1883) ocupó varias carteras ministeriales durante la etapa de la Segunda República, fue diputado en las Cortes y un destacado líder del PSOE.
Reabrir el debate del callejero
En este juicio histórico post mortem, que reabre el debate sobre el callejero alicantino tras varios años de calma, la formación de Ortolá acusa al líder socialista de «atentar directamente contra el gobierno de la Segunda República en 1934», en referencia a la Revolución de Asturias, impulsada por la izquierda contra el gobierno republicano de Alejandro Lerroux. Prieto llegó a arrepentirse de haber participado en este alzamiento, como manifestó en una coferencia de 1942, estando exiliado en México.
También le señalan porque uno de sus escoltas estuvo implicado en el asesinato de José Calvo Sotelo, diputado monárquico, el 13 de julio de 1936, uno de los hechos desencadenantes del golpe militar que puso fin a la Segunda República. Hechos todos que, según se lee en la declaración institucional presentada por el partido, son opuestos «a los valores democráticos que deben imperar en España según nuestra Constitución de 1978».
Ortolá adelantó que espera que el PP apoye su propuesta, al igual que sucedió en 2020 en el Ayuntamiento de Madrid con una iniciativa similar. Asimismo, desea que el PSOE «aproveche la oportunidad» para pedir perdón por «los crímenes de sus líderes durante la Segunda República y la Guerra Civil».