Desde el inicio de la ya interminable crisis de Muface, las aseguradoras se han quejado de que, en la última década, el gasto sanitario per cápita de las comunidades autónomas ha aumentado un 60,6%, mientras que la prima ponderada de la mutualidad ha crecido tan sólo un 31,6%, apenas la mitad del incremento. Ha sido, han argumentado, uno de los motivos por los que han abandonado, como ha sucedido con DKV y Adeslas. «La diferencia no puede ser de 500 euros, que es lo que hay actualmente. El problema es muy fácil, es la financiación del modelo», señala a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el consultor Daniel Pallarés, uno de los autores del informe ‘El mutualismo administrativo. Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas de su modelo sanitario y escenarios futuros’.

Fuente