El martes, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, destacó que las potencias europeas parecen decididas a encontrar soluciones para revivir las negociaciones nucleares tras las conversaciones en Ginebra. En una entrevista con la televisión estatal, Araghchi mencionó que las discusiones con los tres países europeos se centraron en cómo reanudar las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.

Araghchi describió las conversaciones como “positivas” y destacó que se percibió una seriedad y un fuerte deseo de los países europeos de alcanzar una solución mediante la negociación. Sin embargo, el ministro expresó dudas sobre la postura de la administración estadounidense, indicando que no sabían si el nuevo gobierno planeaba regresar a las conversaciones.

Durante lunes y martes, funcionarios iraníes mantuvieron encuentros con sus homólogos de Gran Bretaña, Francia y Alemania, conocidos como E3, quienes consideraron las conversaciones como “francas y constructivas”. Estas reuniones tuvieron lugar una semana antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, regresara a la Casa Blanca, quien, durante su primer mandato, impuso una política de sanciones económicas intensificadas contra Irán.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, habla durante una conferencia de prensa en Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, el 7 de enero de 2025. (Evan Vucci/AP)

Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, Kazem Gharibabadi, mencionó que el tema principal de las discusiones fue el levantamiento de las sanciones, entre otros puntos. Además, Enrique Mora, diplomático de la Unión Europea, expresó el martes que había mantenido una “reunión constructiva” con funcionarios iraníes para explorar posibles soluciones diplomáticas al problema nuclear.

Estas conversaciones representan la segunda ronda de negociaciones en menos de dos meses, después de la reunión celebrada en Ginebra en noviembre del año pasado. En 2015, Irán y las potencias mundiales, incluidos Francia, Gran Bretaña y Alemania, firmaron un acuerdo que permitió el levantamiento de las sanciones internacionales a cambio de restricciones en el programa nuclear de Teherán.

El edificio del reactor de la planta nuclear de Irán y los postes de electricidad se ven en Bushehr, Irán, a 750 millas (1.245 kilómetros) al sur de la capital, Teherán, Irán, el 27 de febrero de 2005. (AP/Vahid Salemi)

No obstante, Estados Unidos abandonó unilateralmente el acuerdo en 2018 durante el mandato de Trump, reinstaurando severas sanciones económicas. Tras la retirada de Estados Unidos, Irán comenzó a reducir su cumplimiento con los términos del acuerdo. A pesar de esto, Irán ha reiterado en varias ocasiones su disposición a reactivar el pacto.

El régimen iraní insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos y rechaza cualquier intento de desarrollar armas atómicas. No obstante, Irán ha incrementado significativamente la producción de uranio enriquecido en los últimos años y, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), es el único país no poseedor de armas nucleares que ha alcanzado un nivel de enriquecimiento de uranio del 60 por ciento. Este porcentaje está peligrosamente cerca del 90% necesario para fabricar una bomba nuclear y excede ampliamente el nivel requerido para un programa nuclear civil.

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