Desde que se resolviera la segunda convocatoria del PERTE de Digitalización del Agua el pasado mes de agosto, Aguas de Alicante ha estado trabajando en la coordinación entre todos sus departamentos con el objetivo de agilizar la puesta en marcha de todos los proyectos que esta adjudicación incluye y que supondrán un salto cualitativo en la digitalización del ciclo integral en la ciudad. Se trata de dieciocho proyectos presentados en la propuesta «Plan Integral de Digitalización de Aguas de Alicante», por un importe total de 6,2 millones de euros, de los que se recibirá una financiación del 84%, con 5,2 millones.
Las actuaciones planificadas comprenden la creación de 7 estaciones de Control Avanzado de Vertidos Industriales y 18 estaciones de monitorización de infiltraciones salinas al alcantarillado. También la creación de una plataforma de monitorización de calidad del agua residual, de detección de eventos y de localización de focos de vertido e infiltraciones. A estos dos proyectos, se añaden actuaciones complementarias de mejora en el interior de varios colectores de la ciudad, que logrará la reducción de los aportes de aguas salinas.
Con estas actuaciones, Aguas de Alicante progresa en la correcta gestión del ciclo integral del agua en el ámbito de la prevención, con un control adecuado de los vertidos en la red de saneamiento, para su posterior tratamiento en la depuradora y vuelta al medio natural en condiciones óptimas.
Importantes avances
Aguas de Alicante aborda así un problema compartido por prácticamente todas las ciudades costeras del planeta: la entrada de aguas salinas, procedentes del subsuelo, en las redes de alcantarillado. Este fenómeno es especialmente relevante en las cotas más bajas de nuestra ciudad, en las que el nivel freático puede encontrarse ya cerca de la superficie. El impacto de este caudal externo incorporado al agua residual es especialmente perjudicial en las urbes en las que, como es el caso de Alicante, la reutilización del agua constituye un recurso fundamental, ya que los tratamientos convencionales para la regeneración del agua no son capaces de disminuir la salinidad, frenando su uso para riego agrícola o de zonas verdes.
Igualmente importante es el esfuerzo dedicado a la detección y localización de aquellos vertidos industriales al alcantarillado que incumplen las normativas, que incorporan elementos que no pueden ser eliminados por las depuradoras, llegando incluso a interferir de forma sustancial en el proceso de depuración de las aguas residuales, con el consiguiente impacto medioambiental. Se trata, en definitiva, de aplicar un principio tan importante que la Unión Europea lo incluyó en su tratado fundacional: la contaminación debe abordarse de forma prioritaria en su fuente.