Todas las asociaciaciones de jueces y magistrados están en contra de la reforma anunciada por el grupo parlamentario socialista para restringir las acusaciones populares, porque consideran que puede generar espacios de impunidad. Pero cada una ha decidido combatirla de una forma distinta. Así mientras la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM) ha decidido denunciarla ante Europa, la segunda en número de afiliados, Francisco de Vitoria, y la más pequeña, Foro Judicial Independiente, han decidido iniciar una ronda de encuentros con portavoces parlamentarios para explicarles los riesgos que conlleva.

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