A Stanislao Marigliano, uno de los principales capos de la Camorra Napolitana, no le quedó otra alternativa que estrechar la mano de los agentes del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional.
«Buen trabajo», les dijo nada más ser detenido en Marbella, donde permanecía oculto junto a su nieto Ciro Marigliano y su yerno, Michele Sannino. Todos, miembros de la misma peligrosa familia de la mafia italiana, cayeron en una de las operaciones más brillantes que se recuerdan en esta unidad de la UDYCO Central.
Según relatan fuentes de la investigación a EL ESPAÑOL, el aviso llegó hace unas semanas por parte de las autoridades italianas. Habían detectado desplazamientos de familiares de estos tres prófugos de la Justicia hacia España en vísperas de la Navidad. Los agentes llevaban casi dos años sin pistas sobre ellos hasta este momento, pero la ristra de viajes de distintos miembros del clan les hizo sospechar.
Los investigadores se pusieron en España manos a la obra. Pronto detectaron que todos los vuelos se dirigían al mismo lugar, el aeropuerto de Málaga en el epicentro de la Costa del Sol, uno de los lugares predilectos en España del crimen organizado para ocultarse de la acción de la Justicia. Una de esas personas era la mujer del joven Ciro. Junto a ella, otros familiares viajaron a la zona de Marbella. Estos indicios hicieron sospechar a los investigadores.
Las pesquisas les llevaron hasta la lujosa urbanización Sierra Blanca, uno de los complejos residenciales más exclusivos de la ciudad. Allí, indican los investigadores, los integrantes del clan Formicola-Marigliano controlaban 3 propiedades de lujo.
Esa fue la parte más difícil de la investigación. En la urbanización Sierra Blanca hay pocos vecinos, todos se conocen y los rostros extraños suelen hacerse notar. Sin embargo, el dispositivo instalado demostró finalmente gracias a la paciencia y la inteligencia policial que los tres se encontraban en el interior de este lugar.
Conforme se acercaban más las fechas señaladas, más familiares del clan llegaron desde Italia. El día de Navidad y el día de Nochevieja el Grupo de Fugitivos incrementó los agentes en la operación de vigilancia.
Resolución
Sin embargo, ninguno de los tres prófugos salió de la urbanización, ni tampoco de las viviendas en las que permanecían ocultos. Hasta que este sábado el joven Ciro Marigliano decidió llevarse a su mujer y a su hijo a dar un paseo por el centro de Marbella.
El joven mafioso llamó a un taxi que les desplazó desde la casa hasta el centro de la ciudad. Automáticamente, se activó el dispositivo del Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional. Vieron cómo ya en el centro de Marbella los tres integrantes de la familia extremaban las precauciones, simulando entrar en distintos edificios y separando sus caminos.
Ciro, sin embargo, sería detenido pocos minutos después por los investigadores. Su tío Michele Sannino y su abuelo Stanislao Marigliano cayeron al día siguiente, cuando salieron a buscar al joven al comprobar que no había regresado a casa.
El clan de los Formicola-Marigliano es uno de los más poderosos de todo el sur de Italia. A los arrestados les constaban tres Órdenes Europeas de Detención. A uno de ellos por asesinato y tráfico de armas. Estaban considerados extremadamente peligrosos por las autoridades italianas.
El líder del peligroso clan familiar, Stanislao Marigliano, estaba en busca y captura por blanqueo de capitales y receptación. Ciro Marigliano, nieto del capo, se enfrenta a una pena de prisión de 30 años por intento de asesinato y tráfico de armas.
El otro fugitivo, Michele Sannino, se enfrentaba a una pena de prisión de 20 años por tráfico de estupefacientes y contrabando de tabaco, que distribuía en diversas ciudades italianas a través de la red que le proporcionaba la organización criminal con base en Sant Giovanni.
Los detenidos eran considerados «hombres de honor», regidos por un férreo código de conducta. Esa norma les obliga a aceptar caballerosamente una derrota, como el haber sido todos detenidos en una misma operación policial. También el nieto, además del abuelo y jefe del clan, felicitó a la Policía cuando le atraparon.