La proteína MCJ, presente las mitocondrias (los orgánulos de la célula donde se produce energía), es clave en la lucha contra la obesidad. Se trata de un hallazgo de la investigación liderada por Guadalupe Sabio, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y Cintia Folgueira, del CNIO y también del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC); y que ha identificado en ratones un nuevo mecanismo por el que la grasa parda puede activarse y consumir energía para ser liberada en forma de calor.
El proceso depende de una proteína llamada MCJ que, según las investigadoras, es «una prometedora diana para tratar la obesidad». Los resultados se publican en la revista Nature Communications.
La obesidad es una de las principales preocupaciones de salud pública a nivel mundial. Su prevalencia sigue en aumento y genera un impacto tanto en la calidad de vida de los afectados como en los sistemas de salud. Según la OMS, se estima que en el año 2025 unos 167 millones de personas tendrán peor salud por motivos de sobrepeso u obesidad, que hoy en día afecta a 650 millones de personas en el mundo, influyendo en el desarrollo de enfermedades cardiometabólicas y aumentando el riesgo de cáncer.
En su investigación, Sabio y Folgueira han descubierto que cuando se elimina la proteína MCJ en ratones con obesidad, estos animales producen más calor y pierden peso. Las investigadoras también han conseguido reducir el peso de ratones con obesidad solo trasplantándoles grasa sin esa proteína.
Según las autoras de la investigación, la obesidad aparece bien por una ingesta excesiva de alimentos o bien por un gasto energético total inadecuado. Hoy se sabe que el tejido adiposo —la grasa corporal—, además de almacenar energía, tiene un papel crucial en la gestión de esa energía por parte del organismo. «El tejido adiposo es un órgano complejo que actúa de regulador del metabolismo de todo el cuerpo y, por tanto, es probable que modular su función sea una vía para combatir la obesidad», concluyen.
Tejido adiposo
El tejido adiposo blanco almacena, sobre todo, energía; mientras que la grasa parda (con tono marrón porque sus células tienen más mitocondrias) es responsable de la generación de calor o termogénesis, proceso que mantiene la temperatura corporal y que se activa en respuesta al frío u otros estímulos.
«Desde hace tiempo se piensa que se podría prevenir la obesidad consiguiendo que esta grasa gaste más energía al generar calor. Así que lo primero es entender su funcionamiento», explica Sabio: «Descubrir nuevos mecanismos de producción de calor en la grasa parda es una de las dianas más interesantes en el estudio de la obesidad».
Grasa parda
Durante mucho tiempo se pensó que la grasa parda utilizaba un único mecanismo para generar calor, pero esto no es así. Los mecanismos son varios. La investigación liderada por Sabio y Folgueira ha descubierto uno de ellos, controlado por una proteína mitocondrial llamada MCJ: cuando se elimina dicha proteína en ratones con obesidad, los animales producen más calor y pierden peso. Es más, bastó trasplantar a los animales grasa parda sin la proteína MCJ para reducir su peso.
Se observó, además, «que los animales sin MCJ en la grasa parda están protegidos frente a los problemas de salud que provoca la obesidad, como diabetes o aumento de lípidos en sangre».
Catabolismo
«Dicha protección», explica la investigadora del CNIO Beatriz Cicuéndez —primera autora del artículo—, «se debe a la activación de una vía de señalización esencial para la adaptación al estrés causado por la obesidad»: «Esta vía provoca un aumento del consumo de grasas, azúcares y proteínas, lo que se conoce como catabolismo, para producir calor en la grasa parda. Es un mecanismo que también sucede en personas con una grasa parda muy activa».
Ahora buscan desarrollar una terapia para bloquear esta proteína en pacientes con obesidad, pero antes deben investigar si la proteína MCJ tiene funciones vitales en otros tejidos y comprobar si estos cambios en la grasa afectan al crecimiento tumoral o a la caquexia que aparece a veces relacionada con el cáncer.
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