En la cafetería del hospital, Bahar ha pedido consejo a su madre, aunque sin confesar todo lo que está sufriendo.

Diciéndole que es la situación de una amiga, sin rodeos, le ha soltado la pregunta: «¿Alguna vez desconfiaste de papá?», insinuando si alguna vez sospechó que su padre pudiera haberle sido infiel.

Gülçiçek le ha explicado que, antes, si una mujer dependía económicamente de su marido, no se planteaba esas preguntas. Lo importante era que el matrimonio asegurara la estabilidad de la familia. Las emociones, la felicidad o la fidelidad no eran temas de discusión.

Bahar ha escuchado en silencio, procesando las palabras de su madre. Aunque su realidad es muy diferente, la conversación le ha dado mucho en qué pensar.

Gülçiçek, en ese momento, ha compartido su alegría al ver que Bahar es independiente. Le ha dicho ahora tiene su propio dinero y que, si un día las cosas no van bien con su marido, puede marcharse sin miedo.

A pesar de lo reconfortante que ha sido la conversación, Bahar no ha podido confesar lo que realmente le preocupa.

Fuente