«Entre 15, 16 y 17 llamadas» entre las 17.00 y las 20.00 horas del 29 de octubre. Ese es el número de comunicaciones vía telefónica que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, asegura que mantuvo durante las horas críticas de la DANA con altos cargos de su gobierno y de otras administraciones en relación a la emergencia, negando así que estuviera incomunicado por la famosa comida en El Ventorro. El president ha insistido en que no tiene «ningún problema en trasladar» ese registro, pese a que el Consell se negó a aportar ese listado, solicitado formalmente por el PSPV a través de una pregunta parlamentaria presentada en las Corts.
Según Mazón, de esa quincena de llamadas, cuatro fueron con la exconsellera de Justicia y máxima responsable de Emergencias, Salomé Pradas, cesada por su papel en aquella jornada. Otras «tres o cuatro» fueron con el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, y el resto con alcaldes como Jordi Mayor (Cullera) o altos cargos de su Consell, como la directora general de Infraestructuras, María José Martínez, u otros responsables de «organización» de Presidencia.
Según ha admitido el jefe del Consell, todas estas comunicaciones se produjeron en un tono de «total tranquilidad», algo de lo que responsabiliza a la Aemet y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dos organismos dependientes del Gobierno y a quienes ha vuelto a atacar por fallar en sus previsiones y no comunicar la gravedad de la situación.
Así, según Mazón, ese tono de «total tranquilidad» se mantuvo hasta que la emergencia «dejó de ser lo que preveíamos y nos enteramos que las previsiones del Gobierno y el silencio de la CHJ estaba generando apagones informativos sobre los que los técnicos del Cecopi no podían reaccionar», ha señalado.
Esta afirmación encaja con las declaraciones de dos de las personas que mantuvieron contacto con el president durante las horas críticas del 29 de octubre. La periodista Maribel Vilaplana, con quien comió Mazón entre las 15.00 y las 18.00 horas de esa jornada según ambos implicados, y el propio Jordi Mayor. Ambos han afirmado que el jefe del Consell no dio muestra de inquietud ni durante el encuentro con la comunicadora en el restaurante El Ventorro ni en la llamada al alcalde de Cullera.
Las facturas, «a todos»
Mazón también se ha mostrado dispuesto e incluso ansioso de mostrar la factura de esa polémica comida con Vilaplana. Un tiquet que también ha sido solicitado por el PSPV en las Corts y que el Consell también ha declinado mostrar.
En este caso el gobierno valenciano, en un nuevo cambio de versión, asegura ahora que la comida no corrió a cargo del presupuesto de la Generalitat sino del PPCV, puesto que Mazón acudió al encuentro en calidad de presidente de este partido y no del Consell. Por este motivo, la factura deberá depositarse ante el Tribunal de Cuentas y no en el parlamento valenciano.
«Tiene su tiempo, pero estoy deseando hacerlo», ha apuntado Mazón al respecto, prometiendo «total transparencia». En todo caso, ha pedido que los miembros del Gobierno con responsabilidades en la emergencia «hagan el mismo ejercicio de transparencia», en alusión a la exministra Teresa Ribera o a la delegada del Gobierno en la C. Valenciana, Pilar Bernabé. «Habría que pedirle facturas a todos (…), espero que sean igual de transparentes», ha zanjado.