Legislar la impunidad sin pudor.

El PSOE acaba de presentar una proposición de ley que se intitula «De garantía y protección de los derechos fundamentales frente al acoso derivado de acciones judiciales abusivas». Solo el nombre ya advierte de lo pretendido. Solo el hecho de articular una reforma que persigue impedir que se investiguen y juzguen los hechos imputados a personas cercanas al presidente Sánchez, pues esta norma tiene este e inmediato fin, significa un golpe al sistema democrático que, unido a otros muchos, debe ser detenido si queremos que la democracia, esa que celebran este año luchando contra un dictador ya fallecido hace cincuenta años, sea realmente una democracia, no un simple remedo de una autocracia que devenga irremediable. El antifranquismo del PSOE, contra un dictador fallecido, es sólo o puede ser un contrapeso a la ausencia de ese partido de España durante los cuarenta años de dictadura. No estuvo, solo el PCE. Y llama la atención esa lucha contra dictadores muertos y el fervor con que se acoge a los vivos.

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