La Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) realizará importantes y trascendentes cambios en el fútbol base. Su recién nombrado presidente, Jordi Horrach, ya lo anunció el pasado mes de octubre en su presentación a los clubes de Balears: «La Federación necesita un cambio y lo haremos por el bien de nuestro deporte».
Esta territorial no ha dilatado este proceso innovador y, tras muchas reuniones entre noviembre y diciembre entre los grupos de trabajo compuestos por expertos en el fútbol base, ofrece tres modelos de competición que marcarán el desarrollo en estas divisiones inferiores durante las temporadas 2025/26, 2026/27 y 2027/28.
Estas propuestas serán votadas por los asambleístas (son los 229 clubes que existen en Balears) el próximo 8 de febrero, en el transcurso de la asamblea general convocada para tal efecto. Una cita muy importante por lo que desde esta federación se pide que acudan el número máximo de compromisarios ya que las votaciones serán muy importantes porque cada club posee un voto.
Horrach, que ha estado vinculado al fútbol base, ha llegado con ganas de liderar un proyecto innovador para fomentar el crecimiento del balompié en esta comunidad. Los asambleístas tendrán la oportunidad de decidir entre tres modelos de competición en las próximas tres campañas como mínimo, modelo social, intermedio o competitivo puro.
Tres modelos
El modelo social tiene como principal objetivo fomentar la participación y el desarrollo personal de los jugadores y jugadoras, priorizando valores como el trabajo en equipo, el respeto y la diversión por encima de los resultados. Está especialmente pensado para los clubes y familias que quieren vivir el fútbol como una actividad formativa y no como una competición. Sus puntos importantes serán competir por año de nacimiento en grupos por proximidad geográfica. No habrá categorías establecidas. Sin clasificaciones, ni resultados en acta, ni de goleadores y los jugadores tendrán un tiempo de juego garantizado en unos partidos que constarán de cuatro cuartos. Todos los jugadores del acta tendrán que jugar un mínimo de dos cuartos.
Luego la federación ofrece otro modelo radicalmente opuesto al anterior, el estrictamente competitivo para todas las categorías, que está diseñado para aquellos clubes y equipos que priorizan el desarrollo deportivo y la preparación competitiva. Ideal, según la FFIB, para los jugadores y jugadoras con aspiraciones más enfocadas al rendimiento y progresión deportiva.
Entre sus principales características destacan: Categorías con ascensos y descensos, sin grupos por proximidad geográfica; no se distingue entre jugadores de primer o segundo año; clasificaciones oficiales y resultados en el acta, así como la publicación de goleadores; partidos en dos partes, sin obligación de tiempo mínimo de juego para los jugadores.
Y por último, esta territorial también propone un modelo de carácter mixto: «Propuesta equilibrada que combina lo mejor de las dos opciones anteriores. Este modelo busca fomentar valores formativos y sociales, a la vez que mantiene un componente competitivo que permite a los jugadores y jugadoras vivir la experiencia de la competición sin dejar de lado la vertiente educativa del fútbol», apunta el comunicado federativo.
Sus características principales son competir por categorías, con ligas de primer año en prebenjamín, benjamín y alevín (F8) e infantil (F11) en grupos por proximidad geográfica con clasificaciones oficiales y resultados de acta en todas las categorías y partidos con cuartos en hasta infantil (primero año), con obligación de jugar un mínimo de dos cuartos por jugador.
La asamblea se prevé muy interesante dado que las necesidades de unos no son las mismas que otros. Por eso en el transcurso del acto los representantes de los clubes podrán expresar su opinión y votar el modelo que mejor se adapte a sus necesidades. Con esta iniciativa, la FFIB reafirma su compromiso con la participación democrática y el diálogo, poniendo en valor la importancia de construir un fútbol formativo que responda a los intereses de los clubes, jugadores, entrenadores y familias. El resultado de la votación marcará un antes y un después en la gestión del fútbol formativo, asegurando que las categorías de base se adapten a las necesidades actuales y futuras.