Si la tradición es la herencia dejada por nuestros antepasados, Patiño es uno de sus grandes bastiones. El XXXVI Encuentro de Cuadrillas que se ha celebrado este domingo ha congregado a miles de personas en la pedanía murciana para saborear las típicas pelotas y, de paso, rememorar sus raíces huertanas.
«Es una gran alegría que la tradición se mantenga viva en encuentros como este», ha comentado a La Opinión Rafael Arroyo, director regional de Makro —negocio de distribución con instalaciones en Patiño— y cohetero de honor de 2025. Igualmente, ha expresado su sorpresa por el gran número de jóvenes que han bailado y tocado música folclórica en la cita, por lo que, a su juicio, “el relevo generacional está asegurado”.
Cerca de las tres de la tarde, el artefacto pirotécnico disparado por Arroyo ha conducido al público a los puestos de los 17 grupos de vecinas del enclave, que han servido alrededor de 100.000 pelotas con caldo, incluidas la gran novedad de este año, las veganas.
Y aunque la receta siempre es la misma (básicamente apio, perejil, carne de pavo y gallina, huevo, longaniza, blanco, ajo y piñones), las diferencias entre las distintas “cocinas” llaman la atención de los paladares más agudos, fruto de un acervo gastronómico genuinamente patiñero que pasa de madres a hijas. María Teresa Sánchez, la matriarca del grupo 5, ha destacado que estás sutilezas se encuentran en las manos que las amasan y en el punto de sal, si bien desvela que el apio local es el ingrediente determinante para el caldo.
Sánchez heredó esta destreza de su madre, y ella se lo ha legado a su hija, Lucía, que empezó a elaborar pelotas con tres años. Hoy, con 15, se estrena como pelotera: “Estoy algo nerviosa, espero hacerlo bien”, ha comentado antes de arrancar el esperado reparto en un equipo pionero, hace un decenio, por ofrecer las pelotas aptas para celíacos.
“Sea la edición o del puesto que sean, siempre están buenas”, ha asegurado Matías Costa, de la capital del Segura, destacando que las pelotas siempre han sido un plato típico cocinado en los hogares de la Comunidad en Pascua y Año Nuevo.
Sin embargo, son la música y otros elementos del folclore regional los verdaderos protagonistas de una cita declarada de Interés Turístico Regional, creada hace más de tres décadas por Manuel Cárceles el Patiñero, cuya escultura preside el paseo central de la avenida que lleva su nombre y escenario del evento organizado por la cuadrilla La Hijuela. Jotas, malagueñas y parrandas, al son de instrumentos típicos como el guitarrón murciano, la bandurria, la pandereta, la botella de anís o la omnipresente castañeta artesanal han amenizado toda la jornada.
La cuadrilla de Santomera, una de las ocho que han subido al escenario colocado para la ocasión, ha sido la encargada de romper el hielo e inaugurar el evento, con canciones que relatan historias de personajes de la localidad o encumbran al limón como el rey de la huerta. Al ser su primera vez en el Encuentro de Patiño, han recibido el especial cariño de los presentes y de las reinas de la huerta 2024, Alexia Montemayor e Isabel María García.
«El Patiñero es una figura de relevancia porque contaba con una gran habilidad para la improvisación poética popular, conocida como trovo, en su vertiente clásica y en el campo de los aguilandos», ha explicado el investigador y secretario de la Aurora de Santa Cruz de Murcia, Joaquín Gris, también coordinador del Fondo de Cultura Tradicional y con un puesto de libros en los que se han podido leer títulos como Manual del buen trovero, El folclorismo en Murcia o Análisis histórico y musical de los auroros en la Región de Murcia.
«Cárceles era una guía o guion de aguilandos», coplas personalizadas que se cantaban, puerta a puerta, entre los días 25 y 28 de diciembre, ha precisado Gris.
Por su parte, Paco Morales, con una parada de discos folclóricos, ha recordado que el mercadillo y las pelotas vinieron mucho después. Y que el Patiñero fue clave en los años ochenta por su contribución a potenciar las cuadrillas y los trovos, en decadencia tras su relativa desvinculación de su vertiente más religiosa en torno a parroquias y hermandades. Además, instituyó junto a el Repuntin el trovo profesional o clásico, ha apostillado Emilio del Carmelo, miembro de la Asociación Trovera José María Marín, cronista de Villanueva del Segura y director de la Escuela de Trovo de Lorca.
Pero, aparte de la poesía y la música, las danzas asimismo han tenido su hueco y han desplegado coreografías que han animado a los espontáneos a unirse al son de las postizas, en un día que no podía concluir sin una buena cuarteta octosílaba de Pedro Sánchez Moreno, de la cuadrilla de Aguaderas (Lorca): “En este encuentro en cuestión / a divertirse se viene / y con clase y distinción / es de toda la Región / el que más pelotas tiene”.
Trovos con acento canario
En el marco de la Semana Cultural de Patiño, que arrancó el pasado jueves con un taller infantil de alfarería y ha concluido con el Encuentro de Cuadrillas, el cantautor Antonio Micol ofreció un aclamado concierto. También, troveros de la Región (Emilio del Carmelo, Patricia Navarro e Iván Escucha) y del archipiélago canario (Eduardo Duque, Yapci Bienes y José María Dávila) exhibieron su talento en una velada inolvidable que sirvió para hermanar los dos territorios mediante ingeniosas rimas con referencias al rico folclore murciano y canario.