La bonita estampa de un perro saliendo de dentro de un gran regalo de Navidad, con el niño emocionado y la familia haciendo un escándalo, es una imagen entrañable que, lamentablemente, perpetúa una práctica muy equivocada y que debería erradicarse.
Cada año se abandonan a más de 300.000 animales en todo el país, y en verano los niveles de abandono se disparan. Para entender este aumento tenemos que volver a esa bonita imagen de las Navidades.
«Los perros que han sido comprados en Navidad crecen y se vuelven muy grandes en verano y si las familias no están preparadas para cuidarlos, los abandonan», explica la presidenta de la asociación Rescuing Pets.
Rescuing Pets es una entidad que se encarga de rescatar y distribuir animales domésticos a través de un sistema de casas de acogida.
«En las Navidades la gente más caprichosa sigue viendo a los animales como un juguete y esto es peligroso. No tienen en cuenta el compromiso que requiere el cuidado de un animal y luego al cansarse de ellos muchos los abandonan», explica la presidenta de Rescuing Pets, la cual prefiere mantener el anonimato de su nombre.
La presidenta de la asociación critica que la gente se guíe por las modas y adquiera perros sin investigar su raza, lo cual puede provocar graves consecuencias: «Bastante gente compra ahora perros teckel (comúnmente conocidos como perros salchicha) porque están de moda. Sin embargo, muchas de esas personas abandonan al animal de adulto porque tiene una gran cantidad de problemas de espalda y su tratamiento es muy caro».
Solo en Mallorca hay censados más de 300.000 perros y 56.000 gatos, según datos del Colegio de Veterinarios de Balears (COVIB).
«Nosotros vemos un índice de abandono muy alto. Creo que en España no hay una educación correcta y estamos muy atrasados en cuanto a educación medioambiental», sentencia la presidenta de Rescuing Pets.
Sonrisa Animal es otra asociación encargada de la recuperación de perros abandonados.
«Los animales no se regalan, en Navidad la gente es caprichosa y compra perros como regalos. Si a nosotros nos dicen que quieren que les demos un perro para regalar ni escuchamos», explica María, una voluntaria de la entidad, la cual asegura que no ven la luz «ante la cantidad de abandonos».
Desfile de perros
Este 2 de febrero Sonrisa Animal realizará un desfile de perros en Es Figueral (Marratxí) durante todo el mediodía para poder entregar algunos de sus perros en adopción.
«En las casas de acogida algunos animales llevan años, y los que tienen más posibilidades de no ser adoptados son los que tienen problemas de comportamiento o son viejos o enfermos. Estos desfiles pueden ayudar a que estos perros puedan conseguir una familia y puedan vivir felices», sentencia María.
Responsabilidad
El presidente del COVIB, Ramón García, hace un llamamiento a la responsabilidad por parte de la ciudadanía: «Una mascota requiere de compromiso y sacrificio por parte de la persona que le debe cuidar. Es imprescindible tener información y previsión».
«No se debe regalar un perro por Navidad. El proceso de introducción de un animal de compañía en un entorno humano tiene que conllevar una decisión muy reflexionada», explica García, el cual asegura que si una persona «no tiene una buena condición económica», es muy mala idea adoptar a un animal.
«Muchas veces la gente abandona a sus animales por su situación económica. También se tiene que pensar el nivel de dedicación que le podemos dar a nuestra mascota. Los animales necesitan compañía humana, aunque algunos necesitan más que otros», apunta Ramón García.
Esperanza
Aun así, el presidente del COVIB ve motivos para la esperanza: «Creo que las personas de ahora son más conscientes a la hora de querer tener a un animal de compañía, la gente se ha vuelto mucho más responsable».
Para García, los perros que tienen más posibilidades de ser abandonados «son los que pertenecen a las razas potencialmente peligrosas», las cuales también son las que «menos se adoptan».
La veterinaria etóloga, Pilar García, asegura que la gente suele abandonar a sus perros «por su agresividad o porque destruyen cosas al estar solos». No obstante, advierte que «la gran mayoría de agresiones nacen del miedo que tiene el perro por situaciones pasadas».
Ansiedad y juventud
Asimismo, si los perros destrozan cosas «suele ser o porque son jóvenes y quieren explorar o porque tienen ansiedad y frustración», por lo que Pilar García da consejos para prevenir estas conductas como «dar juguetes para que dirijan sus estimulaciones».
Pilar García insiste en que no se debe culpar al animal: «Uno de los factores asociados a un animal que tiene ansiedad es el hecho de que haya cambiado muchas veces de tutor y que haya ido por diferentes casos».
En esos casos, el perro desarrolla una especie de relación tóxica con su nuevo dueño según la veterinaria: «Al tener al nuevo tutor, el animal genera un vínculo demasiado intenso, el cual no es sano y puede desarrollar estas malas conductas cuando dueño y perro se separan».
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