La Seguridad Social tiene que hacer cada año un proceso de regularización de cuotas, que ya ha iniciado en el caso de 2023, para comprobar que las bases de cotización de los autónomos se han ajustado a los rendimientos netos y proceder a devolver o reclamar las cantidades resultantes.
¿Cómo funciona la regularización?
Para ello, cruza la información de los rendimientos netos proporcionada por las Administraciones Tributarias (AEAT y Haciendas Forales) con las cuotas abonadas a la Seguridad Social y remite las correspondientes notificaciones. En los casos en los que el resultado arroje una diferencia a favor del autónomo, el trabajador podrá optar por mantener la base de cotización más alta para mejorar sus prestaciones futuras o la devolución automática de las cantidades resultantes que se abonará antes del 30 de abril de 2025.
En el caso de que el aviso revele que las diferencias de cotización sea en favor del autónomo, la Tresorería deberá ingresarle el dinero correspondiente antes del 30 de abril del 2025, si el trabajador decide esta opción. Si sucede el caso contrario y las diferencias requieren un ingreso del organismo, lo recibirá en el plazo indicado por la TGSS. El último caso corresponde a cuando no hay diferencias entre la cotización y no será necesaria ninguna transferencia.
Las cuotas de los autónomos volverán a cambiar en este 2025 partiendo de unos 200 euros mensuales para el tramo más bajo, que corresponde a 670 euros de rendimientos, hasta los 590 euros del más elevado para los que superen los 6.000 euros. Y el resultado de la regularización de cuotas puede dar tres resultados distintos.