El acuerdo presupuestario firmado por PP y Vox ha recuperado la idea de convertir el Guadalquivir en una ‘autopista’ que conecte la ciudad de norte y sur. Sería a través de un catamarán eléctrico. Es el último de los proyectos que a lo largo de las últimas décadas han intentado impulsar en el río un servicio de transporte público.
Por el momento, en el documento sellado por ambos partidos solo se reconoce el compromiso de iniciar las «negociaciones» para articular un sistema de transporte fluvial que «tenga interés metropolitano».
Para ello, se estudiará la «constitución de una comisión interadministrativa» en la que sería necesario implicar a la Autoridad Portuaria y a la Junta de Andalucía.
La idea que recoge el documento es que «transcurra ininterrumpidamente entre San Jerónimo y Palmas Altas, de manera que conecte los dos extremos de la ciudad, y ésta con otros lugares del área metropolitana». Para ello, se estudiará la viabilidad de la financiación del proyecto con fondos europeos.
A pocos días de la firma del acuerdo presupuestario es una idea embrionaria en la que las dos fuerzas trabajarán desde ahora. No obstante, desde Vox dicen tenerlo «muy estudiado» ya que es un proyecto que incorporaron en su programa electoral. Lo llamaban ‘Guadalbus’.
La propuesta, según defendió la portavoz de dicho partido, Cristina Peláez, en la campaña de las pasadas municipales «parte de la base de considerar la dársena del Guadalquivir como una avenida más de Sevilla».
Sin oleaje
Tal como explicaba, al ser una circular de catamaranes eléctricos, no contaminantes, se podría acceder a la financiación europea. La línea tendría paradas en ambos márgenes del río. Sería compatible con los deportes que se practican en el Guadalquivir al no generar oleaje. Asimismo, según apuntaban, podría ser ampliada hasta el ramal de Camas por un lado y hacia la Puebla del Río.
Desde Vox aseguran que «no hay tiempo que perder» y que su idea es empezar a trabajar en el proyecto después del Pleno Extraordinario de Presupuestos. Consideran que debe estar en marcha antes del final de 2025, aunque los tiempos dependerán del Gobierno Local.
En los próximos meses se comprobará si hay avances al respecto. La idea recuperada ahora en el acuerdo presupuestario de PP y Vox es familiar en Sevilla. En las últimas décadas se estudiarion varios proyectos que quedaron en el aire.
Descartado en 2008 por su alto coste
El Gobierno Local de Alfredo Sánchez Monteseirín llegó a encargar un estudio a Tussam para implantar dicho transporte fluvial entre Reina Mercedes y San Jerónimo. Era una promesa que llevaban en sus programas electorales del 2007 el PSOE y el que fue su socio de Gobierno, IU, pero también el PP. Había consenso para implantarlo.
Sin embargo, el informe descartó este medio de transporte, entre otros motivos por su elevado coste. Habría consumido miles de litros de gasoil. No obstante, también se contemplaba la lentitud, ya que la Autoridad Portuaria solo permite una velocidad de 7 kilómetros por hora.
La conclusión fue que dicho trayecto se podría hacer mucho más rápido en autobús, en bicicleta y en coche. Por tanto, según indicaba el análisis, no sería competitivo.
Proyectos de Diputación y Junta
La idea murió en 2008, pero en esos años la Diputación presentó su propio proyecto en el que pretendía unir Sevilla con Alcalá del Río, La Rinconada, La Algaba, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Coria del Río y La Puebla del Río a través del Guadalquivir. Fue otro proyecto fallido.
La promesa del autobús fluvial ha sido una idea recurrente en los programas electorales de las últimas décadas. Juan Ignacio Zoido también la llevó en 2011, pero en tiempos de crisis económicas no se llevó a cabo.
No obstante, la Junta de Andalucía, todavía en manos del PSOE, volvió a recuperar la idea en 2014. Lo hacía como una alternativa a la línea 3 del Metro, que ahora está en marcha.
Por primera vez planteaba la idea de un barco sostenible que se moviera por energía solar y que no generase oleaje. De esta manera, se pretendía conseguir la autorización de la Autoridad Portuaria para superar los 12 kilómetros por hora y equipararse a los autobuses urbanos. Además, también se contemplaba una línea interurbana. El proyecto también se quedó en el aire.
El Metrorío
Ahora, la idea presentada en el acuerdo presupuestario de PP y Vox convive con el proyecto Metrorío, planteado en 2021 por el físico coriano Agustín Salas y que recibió el apoyo de los alcaldes de 30 municipios. La Diputación lo incluyó en 2023 en sus Planes de Movilidad Sostenible. Estimaba un coste de 30 millones de euros.
Dicho proyecto contempla dos líneas. Una sería urbana, desde el intercambiador de la esclusa hasta San Jerónimo, donde habría otro intercambiador. La segunda línea llegaría desde este punto a La Puebla del Río. Habría una veintena de paradas. El recorrido total sería de 41 kilómetros.
Está pensado con un sistema de transporte masivo y sostenible en el que los catamaranes eléctricos podrían albergar entre 250 y 800 pasajeros, con frecuencias de 6 minutos. El proyecto recibió en 2024 una subvención del Gobierno Central de 700.000 euros para hacer una replica digital que compruebe si es eficaz.
El Metrorío es hasta ahora el plan más avanzado entre todos los intentos de convertir el Guadalquivir en esa autopista para conectar los barrios de Sevilla y su área metropolitana. Es un anhelo que todas las administraciones han planteado en las últimas décadas y que ninguna de ellas ha llegado a concretar.