Colman Domingo (Filadelfia, 1969) ha tardado más de lo habitual en obtener el reconocimiento internacional. Intérprete, dramaturgo y director teatral desde hace 30 años, empezó a asomarse en la pantalla grande encarnando papeles escuetos para directores como Spike Lee y Steven Spielberg antes de darse a conocer en la pequeña gracias a ‘Fear the walking dead’, y desde entonces ha obtenido tanto alabanzas rotundas por su trabajo en películas como ‘El blues de Beale Street’ (2018) y ‘El color púrpura’ (2024) como un premio Emmy por su participación en la serie ‘Euphoria’. Ahora, solo un año después de convertirse en el primer intérprete negro homosexual de la historia en ser nominado al Oscar en la categoría de mejor actor, gracias al retrato del activista Bayard Rustin que ofreció en el biopic ‘Rustin’ (2023), tiene muchas posibilidades de repetir ese hito en virtud del estupendo trabajo que ofrece en su nuevo largometraje, ‘Las vidas de Sing Sing’, drama basado en un programa de rehabilitación a través del teatro que funciona desde hace años en la prisión de máxima seguridad de Sin Sing, en Nueva York, y que permite a los internos hallar en el arte una vía de transformación personal. Su interpretación ya lo dejó a las puertas de ganar el Globo de Oro hace unos días.

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