La brecha salarial tiene una vertiente sectorial y otra territorial. La primera es la más evidente: no se gana lo mismo trabajando de camarero, de limpiador o de recepcionista, por ejemplo, que de analista en el departamento de mercados de una consultoría financiera. La segunda es menos conocida pero igual de grande: no se cobra lo mismo en Madrid o en Cataluña que en Andalucía o en Canarias aunque se ocupe el mismo puesto, se tengan las mismas responsabilidades y se ejerzan las mismas cualidades. Exactamente las mismas. La combinación de ambas brechas salariales, la sectorial y la territorial, explica por qué un empleado de banca madrileño ingresa una media anual de 63.895 euros y un agricultor o un pescador isleño apenas gana 13.720, es decir, casi cinco veces menos.

Fuente