1. Una sola negociación
  2. Forzar el PP
  3. Presentarlo en marzo, con o sin apoyos
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante una sesión plenaria.

El Gobierno ha ligado el futuro de la senda de déficit al de los Presupuestos. El techo de gasto, que marca cuánto pueden invertir las autonomías en 2025, es independiente de las cuentas generales y suele situarse como paso previo a presentar el proyecto de ley.

Pero el Ministerio de Hacienda ha decidido no tramitar la senda de déficit hasta tener amarrados los apoyos para las cuentas de este año. Una decisión influenciada por la derrota parlamentaria de julio, cuando el Congreso de los Diputados tumbó el techo de gasto propuesto por la ministra del ramo, María Jesús Montero.

Una sola negociación

El Ejecutivo no quiere dividir las negociaciones. Ya están siendo suficientemente duras como para tener que afrontarlas por fases, argumentan fuentes gubernamentales. La idea es acordarlo todo en el mismo paquete y que de las conversaciones con las formaciones independentistas —Junts y Esquerra, las más reacias al pacto— salga tanto la senda de déficit como los Presupuestos.

Abordar primero una y después la otra daría ventaja negociadora al partido de Carles Puigdemont, porque les daría la oportunidad de sacar más rédito que en una sola negociación. Y es precisamente lo que quieren evitar en el Gobierno.

De izquierda a derecha. La senadora del PSOE, Susana Díaz; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a su salida de una sesión de control al Gobierno en el Senado, a 26 de abril de 2022.
De izquierda a derecha. La senadora del PSOE, Susana Díaz; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a su salida de una sesión de control al Gobierno en el Senado, a 26 de abril de 2022.

Forzar el PP

Por eso, si los Presupuestos no salen, tampoco se esforzarán en aprobar un nuevo techo de gasto. Esta fórmula, además, les permite presionar al PP porque la mayoría de las autonomías están gobernadas por los populares.

La aprobación del nuevo techo de gasto se convertiría en mayor margen para invertir del que tuvieron el año pasado, y el Gobierno juega con esa baza para cercar a Génova: si no apoyan los presupuestos, no habrá nueva senda de déficit.

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Presentarlo en marzo, con o sin apoyos

El Gobierno no quiere tener derrotas parlamentarias innecesarias. Hasta diciembre, la idea de la legislatura se basaba más en resistir que arriesgarse a perder votaciones en la Cámara baja. Pero tras la apertura de causas judiciales, han cambiado de opinión y presentarán proyectos de ley, decretos y proposiciones aun a riesgo de no sacarlas adelante.

Por eso llevarán las cuentas al Congreso, tengan o no los apoyos. Pero lo harán cuando ya no les quede más tiempo, con marzo como mes límite.

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero y el ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero y el ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo.

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