Una vez solucionados todos los problemas reales del país, Pedro Sánchez ha decidido consagrar 2025 a Franco. Existía el riesgo de que la denigración del Generalitísimo contribuyera paradójicamente a la actualización del personaje. La fiesta de fin de curso que ha abierto los fastos en el museo Reina Sofía, ausente al igual que su esposo y su hijo, confirma que el presidente del Gobierno rematará al dictador. La pachanga y la charanga museística pretendían aclarar que en España se vive mejor que durante el franquismo, mal anda una sociedad que debe demostrarse las ventajas de la democracia. En cuanto a los jóvenes que no viven ni mejor ni peor porque no encuentran dónde hacerlo, el festejo concluyó que no prestan suficiente atención, y que sus carencias se resolverían leyendo. Mientras los Koldos se enriquecen en los ministerios.

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