A río revuelto, ganancia de «pescadores». Y eso le viene como añillo al dedo a las aves que pueblan buena parte de la ribera del Sella en estas jornadas invernales y cebándose en distintos lances salmoneros, en el curso medio-alto. Desde hace años cormoranes levantan enormes polémicas entre los aficionados a la pesca fluvial y las asociaciones ecologistas. Eso sí, el Gobierno regional autoriza controles poblacionales en distintas cuencas para buscar equilibrio entre el hábiat piscícola y esas aves, tratando de atajar en la medida de lo posible la masificación de la especie.