Año nuevo, tiempo de balances. En materia de ahogamientos, 2024 ha resultado un nefasto en nuestro país. Un total de 471 personas fallecieron en 2024 por ahogamientos en espacios acuáticos de España, un 11,6 por ciento más respecto a los 422 de 2023. Unas cifras que sitúan al año como el segundo peor en el último decenio tras 2017, cuando se registraron 481.
Son cifras del informe anual de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Su director, Alberto García Sanz, ha hablado con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA y ha elaborado un perfil de la víctima tipo: varón, español, de más de 45 años y fallecido en zonas de baño sin vigilancia.
El estudio refleja que las pérdidas de vidas humanas por este motivo desde 2015 ascienden a 4.025. Destaca que el dato de 2017 no se ha superado en 2024 porque diciembre de este último año ha sido el que menos muertes en espacios acuáticos españoles ha tenido desde 2015, 10, siete menos que en 2023 y 19 por debajo de 2022.
Varón español
«Nos ahogamos nosotros», relata, para explicar que la mayor parte de muertos por ahogamiento son españoles. Aunque somos un país que recibe a un número muy elevado de turistas que vienen al litoral, «el 85% de las personas que han muerto ahogadas en 2024 son de procedencia nacional».
Como cada año, los que más se mueren son los hombres. 385 han sido varones y 85 mujeres: «Eso pasa siempre. El hombre, por naturaleza, es más atrevido o más inconsciente. Comete más imprudencias», desgrana García Sanz, añadiendo que «más del 70% de todos los fallecidos el pasado año tienen más de 45 años. Son adultos mayores que no conocen sus limitaciones, el medio o el riesgo que entraña».
Ese varón nacional de más de 45 años suele fallecer en zonas de baño no vigiladas. Casi la mitad de los muertos por ahogamiento de 2024 (el 45,2%) lo han hecho en estas áreas. «Eso no significa que el 54,8% restante lo hayan hecho en zonas con vigilancia. De hecho, en zonas vigiladas solamente han muerto 66 personas, un 14%. En ese 54,8% restante se incluyen zonas en las que no procede la vigilancia, como piscinas particulares».
La playa
La playa fue el escenario en el que se registró un mayor número de muertes por ahogamiento en nuestro país, 244 del total de 471, el 51,8 por ciento, seguido de ríos, en los que tuvieron lugar 85 (18,05 por ciento, cuatro puntos más que el año anterior) y piscinas, con 57 (12,1 por ciento).
Por zonas, las comunidades más afectadas han sido Andalucía y Galicia. En el conjunto de 2024 la comunidad autónoma que registró más fallecidos fue Andalucía por segundo año consecutivo, 72, cuatro más que en 2023. En segundo lugar se sitúa Galicia, con 64 fallecimientos, 18 más que el año anterior, mientras que en la Comunidad Valenciana y en Canarias se registraron 63, 17 más que en 2023 en la primera y 11 más en la segunda.
«Siempre están cuatro liderando: Andalucía, Galicia, Canarias y la Comunidad Valenciana. Por una parte es debido a que son las que tienen mayor kilómetros de litoral. Por el otro, que son las que más personas reciben, las que más usuarios tienen«, explica el presidente de la Real Federación de Socorrismo.
En Cataluña 48, 18 menos que el año anterior; en Castilla y León 28, 12 menos; en Baleares 27, 5 menos que en 2023; en la Región de Murcia 19, 3 más; en Castilla-La Mancha 16, 6 más; en Extremadura 13, ocho más; en Asturias 11, 6 menos; en País Vasco 11, 4 menos; en Aragón 10, uno más; en Cantabria 9, igual que en 2023; en la Comunidad de Madrid 7, el mismo dato que el año anterior; en Navarra 5, uno más, y en La Rioja 3, dos más.
Nos ahogamos en la playa y en verano. Los meses de verano, junio, julio, agosto y septiembre, son los que acumulan el mayor número de ahogamientos, 269, el 57,11 por ciento, mientras que los de invierno, enero, febrero, marzo y diciembre, sumaron 89 muertes, un 18,9 por ciento del total anual, 21 más que en el mismo periodo de 2023.
Los factores
¿A qué se debe este incremento de muertes por ahogamiento? García Sanz enumera varios factores, siendo uno de ellos «que cada vez se prolonga más el buen tiempo. Cada vez vienen antes los turistas a la playa y se van más tarde. Ese clima favorece a la afluencia. Como hay más gente, se producen más ahogamientos. Es como cuando hay un puente festivo, se suelen dar más accidentes de tráfico porque hay más afluencia de coches».
Pero donde hacen hincapié desde la Real Federación de Socorrismo es «en la falta de campañas públicas de prevención o de concienciación. No se destina un solo euro a ello, como sí se hace por ejemplo con los accidentes de tráfico», además de añadir el dato de que «aquí nadie paga. No hay aseguradoras. Siguiendo con el ejemplo del accidente de tráfico, ahí siempre hay una aseguradora que paga. En los ahogamientos no interesa».